22.6.20

La inmortalidad no es la existencia perpetua y temporal, sino que fuera del tiempo

BIOCENTRISMO: No existe la muerte                            

Nadie puede precisar que es la muerte en realidad, podríamos llegar a decir que es diferente para cada persona. En cada cultura se tienen creencias diferentes en torno a esta, sin embargo, forma una parte importante en la vida de cada individuo.  Pero, ¿qué pasaría si, de pronto alguien, afirmara que la muerte no existe?

El científico estadounidense Robert Lanza asegura tener pruebas definitivas que confirman que hay vida después de la muerte y que esta no existe. Según él nunca deja de haber vida, sólo se cambia la forma en cómo es percibida. Esta idea radica en la física cuántica, y en concreto en la nueva teoría del biocentrismo.

¿Cómo es esto posible?  Lanza lleva años afirmando, basándose en esta teoría, que en realidad nunca deja de haber vida, y que después de morir, sólo se cambia la manera en que ésta es percibida.

¿Qué dice la teoría del biocentrismo?

La teoría del biocentrismo supone que la muerte no es un evento terminal y que es un simple producto de nuestra conciencia, porque nos asociamos con nuestro cuerpo y estos sí tienen una fecha de caducidad.

El profesor Lanza asegura que el biocentrismo explica que el universo sólo existe debido a la conciencia de los individuos sobre sí mismo y que conceptos como espacio y tiempo son sólo instrumentos inventados por nuestra propia mente.

Según esta teoría, la mente crea al universo y no al revés, por lo que, al perder nuestro cuerpo físico, seguiríamos existiendo.

Biocentrismo y Universos Paralelos

La teoría tiene gran relación con la de los universos paralelos, en donde existe un número infinito de mundos, por lo que, después de la muerte, seguiríamos existiendo en un lugar del que nuestras mentes no tienen conocimiento mientras habitan el cuerpo humano.

“La vida es una aventura que trasciende nuestra forma lineal ordinaria de pensar; cuando morimos, no lo hacemos según una matriz aleatoria, sino según la matriz ineludible de la vida. La muerte no existe en un mundo sin espacio ni tiempo. La inmortalidad no significa la existencia perpetua en el sistema temporal, sino que se encuentra completamente fuera del tiempo”, dice Robert Lanza.

¿Quién es Robert Lanza?

Robert Lanza, MD es actualmente Director Científico del Instituto Astellas de Medicina Regenerativa y Profesor Adjunto en la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest. Su investigación actual se centra en las células madre y la medicina regenerativa y su potencial para proporcionar terapias para algunas de las afecciones más mortales y debilitantes del mundo.

La conciencia, clave en el pensamiento biocentrista

Quizás –reflexiona el Dr. Lanza– hemos obviado en la interpretación del universo un elemento esencial llamado conciencia, una pieza del puzle que el paradigma imperante ha tratado de soslayar porque no encaja en un mundo objetivo y materialista, independiente y ajeno a cualquier percepción de la conciencia del mismo.

Precisamente, es la conciencia la piedra angular de los siete principios que configuran su teoría:

  1. Lo que percibimos como realidad exige la participación de la conciencia.
  2. Nuestras percepciones exteriores e interiores son las dos caras de una misma moneda, que no se pueden separar.
  3. El comportamiento de las partículas subatómicas, y en definitiva de todas las partículas y objetos, está inexorablemente ligado a la presencia de un observador.
  4. Sin conciencia, la materia reside en un estado de probabilidad indeterminado.
  5. El universo está perfectamente ajustado para que en él haya vida, lo cual tiene verdadero sentido, ya que la vida crea al universo, y no al revés. El universo es sencillamente la lógica espacio-temporal del ser.
  6. El tiempo no tiene existencia real fuera de la percepción sensorial animal. Es el proceso mediante el cual percibimos los cambios en el universo.
  7. El espacio, al igual que el tiempo, no es un objeto. Es otra forma de nuestro entendimiento humano y carece de realidad independiente. Así pues, no hay una matriz absoluta con existencia propia e independiente de la vida en la que ocurran los acontecimientos físicos.
Estos principios concuerdan con la visión cosmológica de filosofías antiguas como el hinduismo, que concibe el universo como una gran conciencia cósmica, donde se desenvuelven todo tipo de procesos psíquicos y físicos inmersos en el juego de la ilusión o Maya.

No debemos olvidar que Platón se refiere al universo como “el animal cósmico”, expresando su carácter orgánico y vital.

Varios críticos han cuestionado si la teoría es falseable. Lanza ha argumentado que confía en que los experimentos futuros, como la superposición cuántica a mayor escala seguramente ayudarán a apoyar o contradecir las bases de su teoría.


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