CONCIENCIA
¿Alguna vez has pensado acerca del tema de la conciencia? ¿Dónde estaría el universo sin la conciencia?
Si comenzaras a eliminar cosas del universo – soles,
planetas, espacios, energías – la última cosa que eliminarías sería ¡LA
CONCIENCIA!
¿Podrías hasta eliminar la conciencia? ¿Quién, o qué, lo
sabría si lo hicieras? ¿Alguna vez has tenido curiosidad o quizás
hasta preocupación acerca de la experiencia momentánea de alguna habilidad
mental o estado de conciencia extranormal, fuera de lo común o inesperado? Tal
vez tuviste más que curiosidad; quizás buscaste experimentar el misterioso
estado por segunda vez…
Nuestras religiones, y más recientemente nuestras ciencias, tienen abundantes referencias de fenómenos de conciencia extraordinarios: iluminación, experiencias de cambio cruciales, conciencia holográfica, transformación cuántica, conciencia cósmica, dicha, nirvana, samadhi, gracia, armonía universal, curación espontánea, ritmos alfa, éxtasis celestial, EEC (experiencia extracorpórea), PES (percepción extrasensorial), levitación, la gloria de la redención, la paz de la salvación, satori, la esencia divina, la conciencia de Cristo – y esto es sólo una pequeña muestra.
La creciente lista confirma que más y más personas están
encontrando fenómenos que no encajan en sus momentos normales de vigilia. ¿Es
que está pasando algo con la conciencia? ¿Está experimentando su
propia evolución? ¿Un despertar cósmico?
Los fenómenos extraordinarios de la conciencia ocurren
espontáneamente y no siempre concuerdan con explicaciones simples de causa y
efecto. Las personas sienten inseguridad en cuanto a cómo describir los
eventos no físicos. La mayor parte de la terminología tiende a ser esotérica o
vagamente fluida en su significado. Las comparaciones y las categorizaciones
están más cerca del arte o de la analogía que de la ciencia. Y justamente
cuando la comprensión parece inminente, el evento, como un sueño rápidamente
olvidado, se disipa en una niebla de dudas. Hubo por un momento algo fuera de
lo común. . .¿o no? las descripciones de palabras son un pálido
sustituto de la cosa real.
Las instrucciones o las prácticas que intentan recrear los
fenómenos usualmente se condensan en algún tipo de ritual anticuado de
ser-hacer-tener, que dice: “Ten fe, haz esto una y otra vez y quizás
algo suceda que puedas describir como...” desafortunadamente el
universo no trabaja hacia atrás y el único resultado que se obtiene de tales
rituales es la degradación de uno mismo, la hipocresía y el fingir.
Así las personas aprenden a vivir con el recuerdo incierto
de algunos momentos, horas o días de una experiencia extraordinaria para la
cual no hay causa conocida: un momento eufórico de amor, un momento omnipotente
de invulnerabilidad, un momento omnisciente de claridad cristalina, un momento
de gracia, un momento de premonición, un momento tan real que el resto de la
vida parece un sueño. ¿Cómo puede uno recuperar tales momentos? ¿Qué
combinación de pensamiento y evento los creará? Ésta es una búsqueda que se
adentra en el reino quintaesencial de la conciencia.
El premio está más allá de cualquier cantidad de fama,
riqueza o poder.
¡Momentos extraordinarios! ¡Momentos llenos de asombro!
¡Experiencias que colocan incluso a la vida y a la muerte en una perspectiva
menos importante! dejan momentos mágicos inexplicables y dan indicios de una
hebra que, si fuésemos capaces de asirla, develaría y redefiniría lo que somos
y en lo que nos estamos convirtiendo.
Para algunos, las exigencias y los deseos de la vida
erosionan tales momentos hasta el olvido y se refugian de nuevo en la seguridad
de una realidad común y corriente: sueldos y facturas.
Probablemente a estas alturas, ya habrán puesto este texto a
un lado y continuado con la lucha que llaman sus vidas.
Pero tú aún sigues leyendo. Para
ti, una vida de nueve a cinco, aunque quizás sea necesaria, no es una
respuesta. ¡Estás en algún tipo de búsqueda!
¿Hay algunos recuerdos fascinantes asomándose cerca del
borde de tu imaginación? ¿Te gustaría darle un vistazo más?
Se ha olvidado que nosotros somos los únicos creadores de
nuestro presente.
Antes de que uno haya estudiado a la gente por mucho
tiempo, se hace evidente que muchos han olvidado que ellos son los creadores
más soberanos, omniscientes de sus propias vidas. Uno ve a las personas que,
sin saberlo, crean sufrimiento para sí mismas y luego intentan explicar su
sufrimiento señalando al universo como causa del mismo. Uno ve a las personas
que han reducido su propio poder creativo a un mero susurrar de unas cuantas
súplicas por misericordia ante el miedo y el dolor que llenan sus días.
Un hito en la investigación de los Materiales Avatar fue
el desarrollo de una técnica que demostraba que el mundo que uno experimentaba
estaba conformado, en última instancia, por la conciencia de uno y no al revés.
Como resultó, la técnica también comprobó ser una herramienta muy efectiva para
remodelar tanto la conciencia como la experiencia.
Avatar cierra para siempre las cuentas vencidas de las
terapias e ideologías pasadas y confirma las sospechas eternas acerca del
potencial creativo del espíritu humano.
Y ahora adopto el susurro conspirador de un amante,
porque lo mejor que soy te ama.
No has hecho ni puedes hacer ningún mal que yo no
comparta.
Nada puede modificar mi amor por ti. Que, en armonía, los
pensamientos expuestos aquí te recuerden lo que siempre has sabido.
A los cánones del hombre esta sola línea es
añadida: “La verdad es lo que tú estás creando que sea.”
Mediante estas líneas se te presenta al Sendero Creativo.
Puedes darte la vuelta y abrazar los sistemas de creencias de otros, pero
habiéndolo oído una vez, el susurro nunca te dejará.
La Historia De Los Sistemas de Creencias
Creencia
1.- El estado de creer; convicción o aceptación de
que ciertas cosas son ciertas o reales
2.- Fe, especialmente fe religiosa
3.- Confiar o tener confianza (yo creo en
su habilidad)
4.- Cualquier cosa creída o aceptada como cierta;
especialmente una doctrina o un dogma
5.- Una
opinión; expectativa; un juicio (mi creencia es que él vendrá)
Sinónimo: creencia, el término de
aplicación más amplia en esta comparación, implica aceptación mental de algo
como cierto, aunque una certeza absoluta puede estar ausente; la fe implica
aceptación completa e incuestionable de algo, incluso en ausencia de pruebas y,
especialmente, de algo no sustentado por la razón; confiar implica
seguridad, a menudo aparentemente intuitiva, en la confiabilidad de alguien o
algo; confianza también sugiere tal seguridad, especialmente
cuando está basada en la razón o la evidencia; credulidad sugiere
una mera aceptación mental de algo que de hecho puede no tener bases sólidas. La
historia de la civilización es la historia de las creencias originadas o
adoptadas por individuos influyentes.
Cada movimiento político, cada religión, cada filosofía
tiene su inicio en la expresión confiada de una sola creencia.
Esta creencia inicial probablemente es expresada como un
comentario espontáneo. Mientras más atención atraiga, con mayor frecuencia es
repetida.
Mantente alejado del tigre o tratará de comerte. Cuando
la creencia es repetida, se extiende y adquiere la categoría de conocimiento.
Como conocimiento puede ser utilizada para sustentar creencias
posteriores. La selva no es segura. ¿Por qué? Porque el tigre vive
allí.
Así es como los sistemas de creencias – conjuntos de
conocimiento– surgen.
Los sistemas de creencias parecen ser un proceso evolutivo
natural, pero ¿surgen de una situación que necesita una solución o crean una
situación que necesita una solución? ¿Es la selva peligrosa debido al tigre o
debido a las creencias acerca de los tigres?
¿Acaso las expectativas que se le imponen al tigre le
comunican a éste una sugerencia no verbal de cómo debería comportarse? ¿Hay
entre las criaturas una comunicación entre bastidores que coreografía sus
interacciones según alguna resolución de las expectativas creadas por sus
creencias?
¡Desafortunadamente, antes de que la población general
tuviera oportunidad de hacerse estas preguntas, alguien descubrió que los
sistemas de creencias eran valiosos! mientras pudiera hacerles sentir a las
personas que tenían necesidad de ellos, se les podía comerciar a cambio de
comida, refugio o seguridad. CÓMO TRATAR CON TIGRES (o algo análogo a los
tigres, p.ej., serpientes, hambre, depresión, muerte, etc.) era un sistema de
creencias valioso, mientras se pudiera confiar en que el tigre llenara su rol
de depredador peligroso. El adoptar políticas de
disparar-sin-previo-aviso ayudó a eliminar a los tigres mansos que
no estaban cumpliendo con su rol.
Con el tiempo ciertos individuos, familias, tribus y
finalmente hasta organizaciones gubernamentales, desarrollaron un fuerte
interés personal por exaltar ciertos sistemas de creencias. En muchos casos el
sistema de creencias se convirtió en la base de la supervivencia económica del
grupo. La venta de sistemas de creencias (o el nivel social obtenido por el
obsequio de los sistemas de creencias) se convirtió en el propósito fundador de
grandes organizaciones. Las religiones proselitistas nacieron.
Apareció el tributo que los organizados le exigían a los no
organizados. La arquitectura, el arte y la ciencia evolucionaron al servicio de
los creyentes fieles.
Para asegurarse que la organización propia sobreviviera y
prosperara, era necesario mantener cuidadosamente administrado el balance entre
“los tigres” y “las soluciones a los tigres”. Las soluciones que eran demasiado
efectivas requerían de la creación de problemas más desafiantes y por ello más
lucrativos. Las nuevas creencias que desembocaron en enfermedades,
hambre y enemigos humanos mortíferos, superaron el miedo al tigre.
Comenzaron las guerras. Cuando un grupo veía que
el poder y la influencia que le otorgaba su sistema especial de creencias se
erosionaba, debido a la introducción de sistemas de creencias competitivos, sus
hombres jóvenes eran dolorosamente adoctrinados con las creencias del grupo y
transformados en ejércitos. Cualquier estudio detallado de la historia revelará
un conflicto inicial entre creencias (¡una discusión!) como el factor
fundamental de los conflictos en este planeta.
Pocas veces se discutía en las guerras cuáles eran las
creencias que crearían las experiencias más deseables, sino que más bien eran
una competencia para determinar de qué grupo eran las creencias que (como
hijos) sobrevivirían. Lo correcto de una creencia estaba determinado por la
ferocidad de sus creyentes.
La ironía de la guerra fue que civilizaciones enteras
peleaban por preservar sistemas de creencias que resultaban en la auto-opresión
y generaban una autodestrucción mayor que las armas más mortíferas de sus
enemigos. Apareció el fascismo. Las creencias fueron
glorificadas. La escolarización obligatoria adoctrinó a la
fuerza a generaciones enteras con creencias. Las creencias crecieron en
importancia hasta que fueron más valiosas que la vida. Cualquier miembro
que no peleara y se arriesgara a morir por las creencias de su grupo era
considerado un cobarde.
No había nada más inhumano que la batalla luchada en nombre
de la “creencia verdadera”. No era posible dar tregua cuando la gente peleaba
por una creencia sagrada. El hombre que estaba convencido que el honor de su
familia, el honor de su país y quizás hasta la salvación de su propia alma
dependían de la destrucción de su enemigo “que tenía creencias equivocadas”, no
mostraba piedad ni se esperaba que la tuviese. Mientras más sangre se
derramaba defendiendo una creencia, más sagrada e infecciosa se volvía para las
generaciones sucesivas.
Más de una vez, las creencias acerca de los países, acerca
de dios y acerca de las necesidades económicas han proporcionado las justificaciones
para las guerras mundiales que han dejado a las civilizaciones del
victorioso, al igual que a las del vencido, en cenizas.
¿Por qué? ¿Hay en la mente humana algún oscuro rincón en el
cual nadie se atreve a mirar? ¿Un lugar siniestro de creencia sagrada? ¿Un
lugar en el cual nunca se permite que entre la duda? ¿Alguna suposición
esencial que nadie se atreve a mencionar?
“Yo sé la verdad.”
¿Entonces qué es la verdad? ¿Hay verdades
incontrovertibles? Miremos más de cerca a los sistemas de creencias.
Clases de Sistemas de
Creencias
SISTEMAS DE CREENCIAS TIPO UNO
Los sistemas de creencias Tipo Uno dependen
de una atracción emocional como el miedo, la lástima, la desconfianza o el
odio. “más te vale creer o ya verás.” La fidelidad hacia los
sistemas de creencias Tipo Uno por lo general se mantiene mediante la
introducción de alguna variante de estas dos creencias:
Es una falta de fe o de honor si dudas la veracidad de tu
propio sistema de creencias.
Si otro cuestiona tus creencias, se trata de un acto hostil
motivado por la maldad.
Los sistemas de creencias Tipo Uno lisian intencionalmente
las habilidades de los creyentes para observar, discernir o razonar. A los
miembros que tienen dudas, se les requiere enmendar mediante actos
autodestructivos de contrición o sacrificio.
Finalmente todos salvo los más dependientes emocionalmente
desarrollan una falta de respuesta al miedo manipulador y atracción emocional
de los sistemas Tipo Uno. La mayoría se alejan, a menudo con
vergüenza y remordimiento por su conducta previa y su propia ingenuidad.
Ejemplos de las creencias Tipo Uno:
- No
puedes confiar en un/una _________
- Te
vas a quemar en el infierno si no _____
- Has
sido victimizado/a por _______
- Tú
no eres origen porque ______ es origen.
SISTEMAS DE CREENCIAS TIPO DOS
Los sistemas de creencias Tipo dos obtienen
apoyo apelando a las necesidades e inseguridades de la gente. Son los remedios
para el tigre o las soluciones de creencias acerca de las cuales hablamos
antes.
Aquí uno encuentra la lógica detrás de las costumbres
sociales de un pueblo, el conocimiento compartido que pasa sin ser cuestionado,
los amplios acuerdos colectivos sobre lo que es cierto. Los sistemas Tipo
dos a menudo contienen creencias estoicas acerca de la inevitabilidad
del sufrimiento.
Los sistemas Tipo dos usualmente son
transparentes (invisibles) para sus adherentes. Las creencias sobre las cuales
reposan rara vez son cuestionadas.
Los acuerdos entre los miembros constituyen una doctrina
invisible, de naturaleza posiblemente telepática, que es experimentada como un
hecho.
Aquellos que sí cuestionan los acuerdos tienen mayores
probabilidades de ser socialmente execrados o considerados locos, que de ser
considerados académicos u hostiles.
Es común, al menos en el último siglo, que los descendientes
de aquellos que mantienen sistemas de creencias Tipo dos manifiesten
su independencia rebelándose contra las creencias sensatas de sus padres.
Desafortunadamente, esto a menudo los hace emocionalmente susceptibles a los
fervorosos cultos que promueven los sistemas de creencias Tipo Uno.
Ejemplos de las creencias Tipo dos:
- A
veces tienes que hacer cosas que no quieres hacer.
- Ciertas
cosas sencillamente no son buenas para ti.
- Probablemente
deberías ver a un doctor.
- A
veces yo soy origen y a veces lo es dios.
SISTEMAS DE CREENCIAS TIPO TRES
Los sistemas de creencias Tipo Tres dependen
de la evidencia factual. Los creyentes de los sistemas Tipo Tres generalmente
se oponen a la noción de que ellos están involucrados en un sistema de
creencias y prefieren llamar a sus sistemas de creencias ciencias, tecnologías
o conjuntos de hechos objetivos sólidamente constituidos.
Los adherentes al Tipo Tres frecuentemente
son adictos a pensar y/o argumentar. Para tan siquiera considerar un punto de
vista ajeno a su paradigma particular, muchos de ellos necesitan de un medio
ambiente en el cual se suspendan los juicios y se imponga una agotadora
disciplina para detener los procesos mentales.
Los adherentes más capaces del Tipo Tres,
quienes proporcionaron los modelos para los estudiantes aspirantes a escapar de
las estructuras Tipo Uno y Tipo dos, son extremadamente persuasivos y pueden
citar muchos hechos para apoyar la veracidad de sus sistemas de creencias
“objetivos”. Los creyentes del Tipo Tres argumentan la
veracidad de sus creencias apoyándose fuertemente en el impacto sensorial
(particularmente el dolor), la evidencia del pasado y las suposiciones lógicas.
Su verdad, al examinarla, nunca es más que una convicción de
que ciertos factores tienen una frecuencia de repetición predecible mayor que
ciertos otros factores. Su suposición básica es que los comportamientos
consistentes, bien sean de las personas o de los materiales, demuestran alguna
verdad.
Ocasionalmente un creyente del Tipo Tres experimenta
una remisión de su insistencia por tener la razón y, desde una nueva
perspectiva, comienza a ver que ciertos hechos realmente no son más que las
creencias básicas de una sola esfera de realidad, que flota en la posibilidad
total. Es un momento en el cual uno verdaderamente entiende los paradigmas.
Ejemplos de las creencias Tipo Tres:
- Por
cada acción hay una reacción igual y opuesta.
- Ver
es creer.
- Todo
es cuestión de relatividad.
- El
conocimiento me permite ser origen.
SISTEMAS DE CREENCIAS TIPO CUATRO
Los sistemas de creencias Tipo Cuatro contienen
creencias creadas intencionalmente. Están creadas para que sus creadores puedan
adquirir experiencias, nuevas perspectivas y, en última instancia, reasegurarse
de su propio origen ilimitado. Éste es el sistema de creencias de los dioses.
Avatar es un sistema de creencias Tipo Cuatro.
Los sistemas de creencias Tipo Uno, Dos y Tres son
diversos grados de desconocimiento de la existencia de los sistemas de
creencias Tipo Cuatro. Los sistemas de creencias Tipo
Cuatro establecen las reglas y los campos de juego para los otros
tipos.
Los sistemas de creencias Tipo Cuatro son,
usualmente temporales y cambiables puesto que no hay ninguna realidad sólida
que finjan reflejar. Los materiales Avatar contienen instrucciones y
herramientas que uno puede utilizar para deliberadamente crear, manejar y
experimentar placenteramente las muchas variaciones de creencias Tipo
Cuatro.
Los adherentes a los sistemas Tipo Cuatro observan
sus creencias, al igual que las de los demás, como prototipos de una realidad
experiencial. Los creyentes del Tipo Cuatro utilizan creencias para
crear conscientemente en el medio de la experiencia.
Ellos creen con el propósito de experimentar. Tienden
a ser apreciativos y respetuosos de los diferentes sistemas de creencias, pero
rara vez defenderán alguno. Frecuentemente cambian sus creencias para explorar
nuevas posibilidades y nuevas facetas de la experiencia.
¿Qué experiencia te gustaría explorar?
Ejemplos de las creencias Tipo Cuatro:
- Las
cosas siempre me salen bien.
- La
vida me enseña lo que necesito saber.
- Yo
intuitivamente hago las elecciones correctas.
- Inventa
tu propia creencia
Fuente: Del Libro Viviendo Deliberadamente de Harry Palmer
https://es.prepareforchange.net/2020/11/24/17972/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=17972
Hay muchas “armas” las cuales utilizan para minar la moral y a través de ellas controlar a la humanidad, en la antigüedad fue la ignorancia porque se tenía asumido que no se vivía mucho, la edad media de los antiguos no llegaba a los 40 o 50 años, quitando a las clases “pudientes” que algunos llegaban a los 70 y 80. El poder utiliza el arma del miedo en general, enemigos que nos quieran quitar el agua del rio cuando se era perteneciente a una tribu determinada, en vez de compartir el líquido fuente de vida para TODOS, cuando la “ignorancia” fue erradicada a través de los estudios que controla el poder sin necesidad de discernir, se pasó a un enemigo real, el vecino del pueblo de al lado, o del continente de al lado, cuando las guerras ya no tienen cabida en este sistema globalizado en el cual TODO tiene un precio-valor, se pasó a financiar a otros enemigos invisibles, los terroristas y sus “lobos” solitarios los cuales pueden salir de golpe y explotarse con una bomba, eso sí, mediante dejar dicho lo que va a hacer y dejar aunque explote en mil pedazos su tarjeta de visita y el Corán, claro. Ahora que la humanidad no se considera ignorante, se le amenaza con otros enemigos invisibles, los virus, si, esos “bichos” que sabiendo que conviven con el humano desde su nacimiento como especie, ahora se le teme, ¿Quién tiene un microscopio en el salón de casa? Y si lo tienes, ¿Cómo sabes interpretar lo que se visualiza? Pues como ahora no somos “ignorantes” pero NUNCA hemos dejado de ser CREYENTES, nos creemos lo que los “expertos” nos digan y su nueva religión, la ciencia, porque, ellos, los expertos, son personas que han estudiado y no son financiados por nadie, son libres y eso les acredita para explicar todo lo que nos dice su basto conocimiento, importa poco que se demuestre quien financian sus “estudios”, sus carreras, sus tesis, importa poco que la OMS sea una entidad PRIVADA financiada por personas que llevan toda su vida queriendo imponer un sistema de vacunas para TODO el planeta, así que como ahora no somos o seguimos siendo ignorantes, la humanidad avanzara hacia una sociedad más justa, solidaria y sobre todo, sana. Solo se muere una vez, de lo que sea, el cuerpo humano es frágil, por lo tanto solo se vive una vez, hasta que no se entienda esto, el sistema, los que controlan todo, seguirán imponiendo su agenda, porque el miedo es una arma, y así llevan desde siempre. Si solo se tiene una vida, o decides vivir en su plenitud o sigues siendo esclavo de una agenda de unas personas que se han auto elegido para controlarnos, depende de cada cual como quiera aceptar que la inmortalidad NO existe.
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