LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL "GRAN REINICIO"
Brevemente:
“El Gran Reinicio” es un nuevo "contrato
social" que busca crear una identificación electrónica relacionada a las
cuentas bancarias y registros de salud de cada persona, así como una identificación
de crédito que dictará cada faceta de sus vidas.
El Gran Reinicio y la Cuarta Revolución Industrial son términos que se utilizan
para la tecnocracia y el antiguo "Nuevo Orden Mundial" fusionado con
el movimiento transhumanista.
La tecnocracia es un sistema económico para asignar recursos que gira en torno a la tecnología -en especial la inteligencia artificial, la vigilancia digital, la recopilación de macrodatos, y la digitalización de la industria y el gobierno- lo que a su vez permite automatizar la ingeniería social y el gobierno social, y elimina la necesidad de la elección de liderazgo de forma democrática.
Aunque el plan real
es marcar el comienzo de una distopía impulsada por la tecnología sin control
democrático, se supone que este plan es una manera de retomar la armonía con la
naturaleza.
A estas alturas, es probable que haya escuchado a los
líderes mundiales hablar sobre "El Gran Reinicio", "la Cuarta
Revolución Industrial" y el llamado a "Una Mejor
Reconstrucción". Un ejemplo entre muchos es este discurso de Matt Hancock,
el ministro británico de Cultura, llevado a cabo durante una reunión del Grupo
Parlamentario de Todos los Partidos sobre la Cuarta Revolución Industrial en
2017:
“Una de las funciones del Parlamento es predecir y abordar los grandes
desafíos de nuestro tiempo. La naturaleza de las tecnologías es diferente que
antes. En el pasado, considerábamos el consumo como algo excepcional y la
inversión de capital como una adición.
Sin embargo, si colocamos los recursos en las redes que
conectan a la mitad del mundo, o a la IA, los efectos son exponenciales. Me
gusta hablar sobre esto junto a tantos colegas que realmente lo entienden, y
junto al profesor Klaus Schwab quien escribió un libro sobre la cuarta
revolución industrial.
Su trabajo, que reúne a las mejores mentes del planeta, ha mostrado nuestros
planes. Nuestra estrategia digital, integrada en la estrategia industrial,
establece los siete pilares sobre los que podemos construir el éxito.
Y eso encaja con nuestra estrategia 5G, como un conjunto de muñecas rusas.
Nuestra estrategia cubre la infraestructura, las habilidades, las reglas, el
uso de macrodatos, la seguridad cibernética, el apoyo al sector tecnológico, y
la digitalización de la industria y del gobierno”.
¿Qué es ‘El Gran Reinicio’? El 16 de octubre de 2020, el periodista James
Corbett desglosó en el sitio web The Corbett Report el nuevo contrato social
planeado para el mundo, también conocido como "El Gran Reinicio".
Aunque la pandemia de COVID-19 se utiliza para justificar El
Gran Reinicio, su propósito no está relacionado con la salud, sino con un plan
a largo plazo para monitorear y controlar el mundo a través de la vigilancia
digital. Es decir, el mundo se restablecerá para depender de la tecnocracia
digital dirigida por elitistas autoproclamados.
Es una toma de poder muy grande, e involucra la reestructuración de las clases
sociales para desmantelar la democracia, borrar las fronteras nacionales y
gobernar a las comunidades a distancia por parte de un grupo de líderes
autoproclamados. Lo que en el pasado se conocía como el "Nuevo Orden
Mundial" ahora se conoce como "El Gran Reinicio".
Este Gran Reinicio busca crear una identificación electrónica relacionada a las
cuentas bancarias y registros de salud de cada persona, así como una
identificación de crédito que dictará cada faceta de sus vidas. Esta no es una
teoría de conspiración, es la realidad. Está sucediendo ahora. Y necesita saber
cómo combatirlo antes de que sea demasiado tarde.
En última instancia, es una agenda tecnocrática que busca
integrar a la humanidad en un sistema de vigilancia supervisado por
inteligencia artificial. Resulta paradójico que, aunque el plan es marcar el
comienzo de una distopía impulsada por la tecnología sin control democrático,
se supone que este plan es una manera de retomar la armonía con la naturaleza.
Si no está familiarizado con el término "tecnocracia", es importante
que lea mi artículo en el que hablé con Patrick Wood, autor de los libros Technocracy Rising: The Trojan Horse of Global Transformation y
Technocracy: The Hard Road to World Order. Para mayor información consulte
el sitio web de Wood, Technocracy.news.
Es decir, la tecnocracia es un sistema económico para asignar recursos que gira
en torno a la tecnología, en especial la inteligencia artificial, la vigilancia
digital, la recopilación de macrodatos, y la digitalización de la industria y
el gobierno, lo que a su vez permite automatizar la ingeniería social y el
gobierno social, y elimina la necesidad de una democracia.
Guía para "El Gran Reinicio"
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el Gran Reinicio "abordará la
necesidad de un futuro más justo, sustentable y resiliente, así como un nuevo
contrato social enfocado en la dignidad humana, la justicia social y donde el
progreso no se vea opacado por el desarrollo económico".
¿Qué es el Foro Económico Mundial? Es una organización internacional para la
cooperación público-privada que "involucra a los líderes políticos,
empresariales, culturales y de la sociedad para establecer las agendas
globales, regionales e industriales".
El fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial es el profesor
Klaus Schwab, quien, como lo mencionó Hancock en su discurso de 2017, escribió
el libro sobre la Cuarta Revolución Industrial. Schwab anunció la Iniciativa
del Gran Reinicio del Foro Económico Mundial en junio de 2020. En su informe,
Corbett lo resume de la siguiente manera:
“Básicamente, el Gran Reinicio es una gran campaña de
propaganda y publicidad para una nueva marca que la élite global está tratando
de inculcar en la sociedad. Es solo una nueva propaganda de una farsa muy
antigua. Este es el Nuevo Orden Mundial redefinido. Es solo un nuevo nombre
para él".
Y, como explicó Corbett, para los que se olvidaron del Nuevo Orden Mundial, éste se trataba de "enfocar el
control en menos personas, así como la globalización y transformación de la
sociedad a través de tecnologías de vigilancia".
Es decir, es tecnocracia, donde nosotros —las personas— no sabemos nada sobre
la élite gobernante, mientras que cada aspecto de nuestras vidas es vigilado,
rastreado y manipulado para su beneficio. Cuatro conclusiones importantes de la
investigación de Corbett sobre el Gran Reinicio son:
1. El Gran Reinicio NO está relacionado con el virus, la pandemia ni cualquier
otra cosa relacionada con la salud pública.
2. El Gran Reinicio es una agenda que se ha estado gestando
durante años. La pandemia solo se está utilizando para cubrir una agenda
elitista y globalista que se ha planeado durante décadas.
3. El gran reinicio NO es el fin de la globalización. Por el contrario, es una
globalización acelerada. Como señaló Schwab en el libro de políticas COVID-19: The Great Reset, coescrito con Thierry
Malleret y citado en el informe de Corbett:
“Si ninguna potencia puede imponer el orden, nuestro mundo sufrirá una
'falta de orden global'. A menos que las naciones y las organizaciones
internacionales puedan encontrar soluciones para colaborar mejor a nivel
global, corremos el riesgo de entrar en una 'era de la entropía' en la que la
fragmentación, la ira y el provincianismo definirán cada vez más nuestro
panorama, al hacerlo menos inteligible y más desordenado".
Es decir, no hay lugar para el orden social que surge de manera espontánea y
cuando las personas pueden interactuar de manera libre. En cambio, debe haber
"un poder" para hacer cumplir el orden
social-ambiental-económico-geopolítico que se desea.
4. Este proceso no está destinado a terminar. El fin de la
pandemia no acabará con esta agenda totalitarista y de esclavitud digital. El
plan no es "restablecer" el mundo a un estado que nos permitirá
comenzar de nuevo con un medio ambiente más limpio y mejores estructuras
sociales. El plan es eludir la democracia y establecer el totalitarismo global
en manos de unos pocos.
Como señaló Schwab en "COVID-19: The
Great Reset":
“Al enfrentarlo, algunos líderes y ejecutivos podrían sentirse tentados a
comparar el reinicio con una reanudación, con la esperanza de regresar a la
normalidad y restaurar lo que funcionó antes: tradiciones, procedimientos y
métodos para hacer las cosas, en resumen, un regreso a la normalidad. Esto no
sucederá porque no es posible. En su mayor parte, "el negocio como
siempre" murió o al menos fue infectado por el COVID-19".
¿Cómo sería la transformación? Como señaló Corbett, la siguiente ilustración,
creada y publicada por el Foro Económico Mundial, demuestra el impacto de la
pandemia en varios aspectos de la vida y cómo las respuestas pandémicas están
transformando estas áreas.
Si visita el sitio original de la ilustración también encontrará
publicaciones, videos y datos relacionados con todos estos aspectos. Cerca del
minuto 25, Corbett explica cómo es posible usar este mapa para comprender el
alcance de la transformación que se está preparando, desde finanzas, negocios y
educación hasta atención médica, derechos humanos y gobernanza global.
Es importante destacar que, la pandemia se está utilizando
para destruir las economías locales, lo que permitirá que el Foro Económico
Mundial "rescate" a los países endeudados.
Sin embargo, el precio de esta salvación
es la libertad. El Foro Económico Mundial, a través de estas medidas, podrá
controlar a la mayoría de los países del mundo. Y una parte del plan
tecnocrático es eliminar las fronteras nacionales y el nacionalismo.
La Cuarta Revolución Industrial
Un término relacionado con el Gran Reinicio es "la Cuarta Revolución
Industrial". Esto se refiere a la fusión de sistemas digitales, físicos y
biológicos. Como señaló Schwab, "No cambia lo que estamos haciendo, pero
nos cambia a nosotros".
Buscan crear un nuevo sistema económico construido alrededor
de la fusión del cuerpo y la mente con las máquinas y la inteligencia
artificial. Es decir, la tecnocracia, un sistema económico con base en recursos
centralizados por una élite tecnocrática que tiene el conocimiento para
programar los sistemas informáticos, dictará la vida de todos.
Por supuesto, se promociona como un medio para aprovechar y elevar el potencial
humano, cuando en realidad hará todo lo contrario. En última instancia, no solo
están tratando de cambiar la definición de lo que significa ser un humano, sino
que están conspirando para alterar a la humanidad a través de la tecnología.
La Cuarta Revolución Industrial no es más que un cambio de imagen de la
tecnocracia, fusionada con el movimiento transhumanista.
Para mayor información sobre Schwab, el representante de la
tecnocracia moderna, consulte el artículo de Technocracy.news "The Elite Technocrats Behind the Global
‘Great Reset" del 29 de junio de 2020 y el artículo del sitio web
Off-Guardian "Klaus Schwab & His
Great Fascist Reset" del 12 de octubre de 2020.
De acuerdo con Off-Guardian, Schwab nos asegura que las tecnologías de
macrodatos "ofrecerán formas innovadoras de servir a los ciudadanos y
clientes" y tendremos que dejar de oponernos a que las empresas se
beneficien de aprovechar y vender información sobre todos los aspectos de
nuestras vidas".
En ese artículo, también se cita a Schwab diciendo: "Será importante
establecer confianza en los datos y algoritmos utilizados para tomar
decisiones", lo que resume la visión del "gobierno".
Estrategia "cortocircuito" para manejar el
COVID-19
En algunas partes del mundo está resurgiendo el COVID-19 y,
según algunos investigadores, la mejor manera de combatirlo es por medio de
implementar medidas más estrictas a través de la estrategia conocida como
"cortocircuito" para controlar la tasa de infección.
Mientras tanto, otros informes advierten que, aunque el COVID-19 puede ser
mortal para una pequeña minoría de personas, también lo es el confinamiento,
debido a la pobreza, el hambre y los desafíos de salud mental que provoca.
El confinamiento es un experimento fallido
De acuerdo con un artículo del 13 de octubre de 2020 en The
Sun, las medidas implementadas para el COVID-19 "podrían causar 'pobreza
extrema' en 90 millones de personas", mientras que las naciones más pobres
soportan la peor parte del colapso económico.
El New York Post también informó que “el confinamiento
implementado por el COVID-19 fue un experimento arriesgado” que fracasó y
podría ser más mortífero que el virus mismo.
"Ningún científico ético llevaría a cabo un experimento tan arriesgado
sin considerar los peligros y monitorear los resultados, que han sido
pésimos", escribe el New York Post.
“Aunque los daños
económicos y sociales han sido significativos, no está claro que el
confinamiento haya traído beneficios de salud significativos más allá de lo que
se logró con el distanciamiento social y otras medidas.
Al comparar 50 países, un equipo dirigido por Rabail
Chaudhry de la Universidad de Toronto descubrió que el COVID-19 era más letal
en los lugares con una mayor cantidad de ancianos y personas con obesidad (como
Estados Unidos), pero la tasa de mortalidad no es menor en países que cerraron
sus fronteras o impusieron medidas totales.
Después de analizar 23 países y 25 estados de los Estados
Unidos con diferentes políticas, Andrew Atkeson de UCLA y otros economistas
descubrieron que la tendencia era similar en todas partes una vez que la
enfermedad obtuvo más poder´: La cifra de muertes diarias aumentó rápidamente
durante 20 a 30 días y luego disminuyó.
El costo-beneficio se vuelve aún más sombrío si se busca
determinar si un medicamento u otra intervención vale la pena: ¿Cuánto dinero
gastará la sociedad por cada año que se salve?
De acuerdo con dicha determinación, el confinamiento debe
ser la intervención más rentable en la historia de la salud pública, ya que
muchos de los beneficiarios están cerca del final de su vida. En Estados
Unidos, casi el 80 % de las víctimas de COVID-19 tenían más de 65 años y más
del 40 % vivían en asilos, donde la esperanza de vida promedio después de la
admisión es de solo cinco meses.
Nadie quiere que desaparezcan los ancianos, pero ellos y
otras personas vulnerables pueden protegerse sin que se vea afectada el resto
de la sociedad, como lo han demostrado Suecia y otros países.
Al comienzo de la pandemia, Scott Atlas de la Institución
Hoover y los investigadores de la Universidad de Swansea calcularon que el
confinamiento costaría más años de vida que el COVID-19 en Estados Unidos y
Gran Bretaña, y parece seguro que la cifra de víctimas será peor en los países
pobres.
El Banco Mundial estima que la recesión por el
coronavirus podría llevar a 60 millones de personas a la pobreza extrema, lo
que significa más enfermedades y muertes”.
La cura que es peor que la enfermedad
Ahora también estamos viendo informes de que "el exceso de muertes
inexplicables en casa" está superando las muertes por COVID-19 en casi un
900 %, quizás porque las personas con enfermedades crónicas evitan la atención
médica. Por desgracia, los médicos y los científicos continúan confundidos
cuando se trata del camino más sano a seguir.
Como se señaló en un artículo del 6 de octubre de 2020 en
The Conversation, aún se desconoce si la cura del coronavirus es peor que la
enfermedad, ya que docenas de médicos tienen diferentes opiniones.
Una historia reciente del sitio web Kaiser Health News
también destaca el impacto del "estrés pandémico" en la salud
pública, ya que cada vez más personas informan problemas que abarcan desde
insomnio y dolores de cabeza insoportables hasta pérdida de cabello y daños en
los dientes:
“A lo largo de la pandemia, las personas que nunca habían tenido el
coronavirus han informado una serie de síntomas no relacionados: dolores de
cabeza insoportables, pérdida de cabello, malestar estomacal durante semanas,
brotes repentinos de herpes y brotes de trastornos autoinmunes.
Los síntomas dispares, a menudo en personas sanas, han
desconcertado a los médicos y pacientes, lo que en ocasiones ha resultado en
una serie de consultas a especialistas con pocas respuestas. El estrés crónico
es una similitud entre muchas de estas afecciones, una que lleva meses en
gestarse.
Aunque las personas a menudo subestiman la influencia de
la mente en el cuerpo, algunas investigaciones demuestran que los altos niveles
de estrés durante un tiempo prolongado pueden alterar la función física y
afectar a casi todos los sistemas de órganos.
Ahora, al menos ocho meses después de la pandemia, junto
con un ciclo electoral polémico y disturbios raciales, esos efectos se están
manifestando en una variedad de síntomas. "Están surgiendo las
consecuencias de salud mental de COVID", explicó la Dra. Jennifer Love,
psiquiatra de California".
EL FRAUDE DEL CORONAVIRUS
Una red internacional de expertos legales y profesionales de la salud se está
preparando para iniciar la demanda colectiva más grande de la historia, contra
todos los responsables de las medidas globales, desde los responsables
políticos locales hasta la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con los cuatro abogados que fundaron el Corona Extra-Parliamentary Inquiry Committee en Alemania, que
lidera el caso de responsabilidad civil, la pandemia de COVID-19 es
"quizás el mayor crimen contra la
humanidad jamás cometido". Las medidas pandémicas estaban destinadas a
difundir el miedo para permitir una transferencia masiva de riqueza, y se han
utilizado pruebas fraudulentas para mantener el engaño.
En realidad, las estadísticas de mortalidad revelan que el
COVID-19 no ha provocado tantas muertes como la norma anual, explica la acción
propuesta, y no hay evidencia de que el confinamiento y las medidas económicas
hayan generado resultados favorables.
Aunque el Corona
Extra-Parliamentary Inquiry Committee no se ha referido a la pandemia como
un medio para una revolución tecnocrática, destaca que se ha utilizado de
manera fraudulenta como un medio para
transferir la riqueza y eliminar los derechos humanos básicos.
Como se señaló en el artículo de Technocracy.news titulado "The Elite Technocrats Behind the Global ‘Great Reset"
del 29 de junio de 2020:
“Se afirma que la Agenda 2030 de la ONU con sus Objetivos de Desarrollo
Sustentable 'asegura la paz y la prosperidad para las personas y el planeta'.
Se dice que estas acciones abordan la pobreza y el hambre, mejoran la salud y
la educación, reducen las desigualdades y salvan los océanos, los bosques y el
clima. ¿Quién puede argumentar contra esas metas tan benévolas?
Pero eso tiene un precio: Eliminar nuestra libertad
personal. Los principales socios del proyecto de los Objetivos Globales de las
Naciones Unidas revelan el verdadero objetivo tecnocrático que se esconde
detrás de esta fachada, el cual implica integrar a la humanidad en un aparato
de vigilancia tecnológica supervisado por una poderosa IA.
El actual miedo a la pandemia ha sido un detonante
perfecto para impulsar estos objetivos. El Foro Económico Mundial y su
presidente Klaus Schwab consideran la crisis del COVID-19 como el detonante
perfecto para implementar su plan tecnocrático. Las grandes compañías tecnológicas
llegaran a rescatar el mundo.
Esto se integrará en la agenda del G20 y de la Unión
Europea, de una manera no democrática, sin ningún debate público o
investigación, al ser renombrada como el Gran Pacto Verde.
Como era de esperar, Klaus Schwab no menciona su propio
papel y el de sus compinches en crear este desastre económico global, ya que
fue 'previsto' con precisión en el Evento 201 de Bill Gates (octubre 2019) del
Foro Económico Mundial y en los escenarios del Informe de la Fundación Rockefeller
para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional (2010)”.
Como analicé en "La conquista global ha comenzado", la
tecnocracia es una sociedad tecnológica dirigida por ingeniería social,
mientras que la censura de las grandes tecnologías es parte integral de esto.
Es decir, la tiranía médica y la censura
que ha surgido durante esta pandemia también son parte del plan, y si cree que
está mal ahora, espere hasta que todo el sistema sea electrónico.
La pura idea de disentir se convertirá en un pensamiento del
pasado, porque su vida, salud,
oportunidades educativas y laborales, finanzas e identidad, estarán tan
entrelazadas con la infraestructura tecnológica que cualquier búsqueda de
libertad resultará en un bloqueo o eliminación del sistema, al dejarlo sin
capacidad para aprender, trabajar, viajar o comprar nada.
Suena descabellado, pero cuando sigue el plan tecnocrático
hasta el final, eso es lo que obtiene. Las señales de advertencia están a
nuestro alrededor, si estamos dispuestos a observarlas por lo que realmente son. La única pregunta ahora es si suficientes
personas están dispuestas a resistirse para marcar la diferencia.
Dr. Joseph Mercola
(Fuente: https://articulos.mercola.com/)
https://astillasderealidad.blogspot.com/2020/11/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-el.html
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