EL EXPERIMENTO DE LA INDIA: La inminente esclavitud
Una cruda realidad que nadie quiere aceptar
Lo
que está sucediendo en la India estos últimos meses, debería
ponernos en estado de alerta a todos, pues representa el primer paso
decisivo hacia un nuevo escenario que cambiará de forma radical
nuestras vidas. Para
empezar, ofrecemos un repaso sobre lo que sucede en la India. Esta es
la información que exponía James Corbett en Activist Post
EL
GRAN EXPERIMENTO DE LA INDIA
Como
la mayoría de lectores ya sabrán, el gobierno de la India impulsó
en los últimos meses un programa nacional para suprimir de golpe el
uso de billetes de 500 y 1000 rupias, bajo el pretexto de “luchar
contra el dinero negro”.
“Estos
billetes mañana sólo serán un trozo de papel”. El primer
ministro indio, Narendra Modi, se refería así a los billetes de 500
y 1.000 rupias (6,8 y 13,6 euros), que desde la medianoche del
miércoles dejan de ser legales en el país asiático, una decisión
drástica y repentina para luchar contra la corrupción y el dinero
negro.
Habrá
un límite de cantidades diario y semanal (más severo los primeros
días) y sólo se requerirá una identificación para acudir al
mostrador.
Es decir, prohibiendo esos billetes, se pretendía impedir que la gente los usara en sus transacciones económicas saltándose el control de las autoridades y sus tecnócratas a sueldo.
Es decir, prohibiendo esos billetes, se pretendía impedir que la gente los usara en sus transacciones económicas saltándose el control de las autoridades y sus tecnócratas a sueldo.
De
hecho, mucha de la gente que se veía obligada a cambiar el dinero en
efectivo, no solo tuvo que identificarse al realizar el cambio (con
lo que automáticamente quedaba un registro del dinero que cambiaban
y de su identidad), sino que muchos se vieron obligados a abrirse
cuentas bancarias en las que depositar esos billetes retirados de
circulación.
Evidentemente,
todo era una excusa para conseguir un mayor nivel de control sobre la
población e instaurar, a alta velocidad, las bases para la
implantación del dinero digital y un control exhaustivo de la
población.
En
otras palabras, los más pobres de entre los pobres y los que
anteriormente no tenían cuentas bancarias y no estaban “debidamente
controlados”,
ahora ya lo están.
Y
eso ha sucedido en un país inmenso, con una población de más de
1200 millones de personas, más del doble que la de toda la Unión
Europea. Un país caótico y extremadamente complejo…y las
autoridades se han atrevido a hacerlo y se han salido con la suya.
Lo
mejor del asunto, es que si el plan teóricamente consistía en
combatir el llamado “dinero
negro”,
ha sido una gran mentira. Sólo el 6% del llamado “dinero
negro” se
mantiene en efectivo en la India, ya que aquellos que buscan evadir
impuestos, lo invierten en cuentas de bienes raíces, oro o cuentas
bancarias extranjeras, y gran parte del efectivo “ilícito” que
fluye en el sistema, se usa para sobornos a policías y políticos
corruptos.
Esta
operación a gran escala (a inmensa escala), es un intento de lograr,
entre otras cosas, la identificación y el registro de las masas
antes no bancarizadas y no gravadas, y el inicio de la naciente
economía de pago sin efectivo de la India.
Y
al respecto, se han coordinado dos esfuerzos a gran escala en este
gigante asiático.
El
primero ha sido el esfuerzo actualmente en curso por parte del
gobierno indio, de obligar a sus 1200 millones de habitantes a
incorporarse a la base de datos biométrica más grande del mundo.
Esta
operación de identificación resulta particularmente interesante a
la luz del reciente informe de Norbert Häring sobre cómo un
programa de la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional) poco difundido por los medios, parece haber
sido el “catalizador” de
este experimento de desmonetización:
“Tan
solo cuatro semanas antes de esta operación de gran magnitud en la
india, USAID había anunciado el establecimiento de “Catalyst:
Inclusive Cashless Payment Partnership”, con el objetivo de dar un
salto cuántico en el pago sin efectivo en la India. El comunicado de
prensa del 14 de octubre afirmaba que Catalyst “marcaba la
siguiente fase de asociación entre USAID y el Ministerio de Hacienda
de la India, para facilitar la inclusión financiera universal”.
Como
podemos intuir, el esfuerzo por registrar biométricamente a la
población y el esfuerzo por realizar una transición hacia una
economía sin efectivo están, de hecho, íntimamente relacionadas.
Son dos cabezas del mismo monstruo. Como señala Häring, Alok Gupta,
el “Director de Incubación de Proyectos” de Catalyst, fue un
miembro original del equipo el que desarrolló el sistema de
identificación biométrica del gobierno de la India, Aadhaar.
Y
tal y como se ha revelado en el Foro Económico Mundial en Davos, la
India va a saltarse el paso previo de pasar del dinero en efectivo a
los pagos sin efectivo basados en tarjetas e irá directamente a los
pagos electrónicos biométricos.
De
acuerdo con biometricupdate.com: El presidente ejecutivo de la
principal agencia de desarrollo económico de la India, dijo a los
asistentes al Foro Económico Mundial en Davos que el país podría
introducir pagos biométricos dentro de tres años, eliminando así
la necesidad de efectivo y métodos típicos de pago electrónico,
como las tarjetas de crédito.
Amitabh
Kant, director de la Institución Nacional para la Transformación de
la India, lo declaró de forma espeluznante a la CNN: “Cada
uno de nosotros en la India será un cajero ambulante”.
Nuestra
inminente esclavitud y una cruda realidad que nadie quiere aceptar
Y
ahora, a la luz de los acontecimientos, centrémonos en algunos de
los aspectos más importantes de este asunto. Lo primero que debe
llamarnos la atención, es la magnitud inmensa de esta operación y
la dificultad que representa.
No
estamos hablando de la implantación de la vigilancia biométrica y
el dinero electrónico (auténticas bases del Gran Hermano y del
Nuevo Orden que se aproxima) en un pequeño país occidental, a modo
de prueba. No lo están probando en Luxemburgo o en Malta, con
poblaciones y territorios reducidos y fácilmente controlables. Ni
tampoco puede compararse con lo que sucede en países perfectamente
estructurados, como Suecia, Dinamarca o Noruega.
Lo
están haciendo en el segundo país más poblado del planeta, un
gigantesco mosaico de pueblos, estados con poderes casi federales,
castas, tribus y creencias. Un auténtico continente en sí mismo,
caótico por excelencia.
Esto
implica que este Nuevo Orden, está avanzando a marchas forzadas, a
toda máquina y de manera que parece imparable.
Mucha
gente quizás no ha prestado la atención necesaria a lo que estaba
sucediendo en la India, por parecernos un país demasiado lejano y
que nos suena a exótico, a pesar de ser una potencia moderna de
facto.
Pero
además de lo que hemos subrayado, hay un aspecto que a nadie debería
pasarle por alto.
Y
es que la India, es un país de los BRICS. Recordemos lo que ya
advertimos sobre los BRICS en el artículo LA
INCÓMODA VERDAD SOBRE GOLDMAN SACHS, TRUMP Y LOS BRICS QUE NO
QUIEREN QUE VEAMOS.
Los
BRICS son una creación de Goldman Sachs, nacida del siempre fértil
vientre de esa entidad prácticamente “diabólica”, para crear
las bases del Nuevo Orden (a nivel geopolítico), que estamos viendo
desarrollarse.
Y
el hecho de que, precisamente en un país de los BRICS se esté
avanzando de esta manera hacia la implantación de las bases del
Nuevo Orden Mundial (cuya base es la tecnología), nos debe abrir los
ojos sobre la influencia y el papel que tiene Goldman Sachs en la
implantación de este objetivo de las élites.
Y
reiteramos el mensaje que ya hemos dado otras veces; olvídense de
las luchas geopolíticas por el poder, pues esa es una pelea entre
nuestros verdugos: la clave de la implantación del Nuevo Orden
radica en la tecnología y en nuestra esclavitud como individuos a
ella.
Fíjense
bien: es el desarrollo tecnológico el que está marcando la pauta de
todas las medidas que van implementándose. TODO GIRA ALREDEDOR DE LA
TECNOLOGÍA. TODO.
Un
ejemplo: no
se ha empezado a hablar de forma masiva de temas como el fraude
fiscal de los más ricos o de los paraísos fiscales (ejemplo,
Papeles de Panamá), hasta que el uso del smartphone no ha sido
generalizado. ¿Por qué? Porque la persecución del fraude fiscal es
el subterfugio usado para perseguir los pagos con dinero en efectivo
y por lo tanto, es la base para la implementación del dinero
electrónico como medida de control masivo, algo que solo es posible
en estos momentos, si todo el mundo tiene un smartphone.
Por
lo tanto, hasta que tecnológicamente no ha sido posible, no se ha
hablado del fraude fiscal de forma masiva, a pesar de que llevaba
décadas ahí, como lo llevaban los paraísos fiscales. Todo ha
seguido un guión perfectamente establecido: primero se desata una
crisis en el año 2008, (en gran parte, provocada por la actuación
crucial de Goldman Sachs por la venta de hipotecas basura) y a partir
de ahí, cuando los estados entran en crisis de deuda, se empieza a
hablar de la necesidad de perseguir el fraude fiscal, e implantar el
dinero electrónico e incluso la Renta Ciudadana (que también tiene
una relación directa con la implementación del dinero electrónico).
Y
es precisamente durante estos 6 años desde el estallido de la
crisis, cuando se generaliza el uso del smartphone. El primer iPhone
sale al mercado en 2007, a punto de estallar la crisis, abriendo el
uso generalizado de los smartphones.
No
es casual. Todo ha seguido un tempo perfectamente planificado. Y todo
ha girado alrededor del smartphone como herramienta de uso masivo.
Por
esa razón en su momento indicamos que el primer paso mínimo, aunque
efectivo momentáneamente, para poner palos en las ruedas a la
implantación de estas medidas, es que, por ejemplo, dejemos de usar
Smartphones, algo que mucha gente poco dada a razonar, se tomó a
broma.
Nos
entretenemos elucubrando sobre los planes ocultos de las élites, las
sociedades secretas y sus rituales, las conspiraciones de los
Caballeros de Malta, los jesuitas, los masones, los iluminatis y el
vaticano, las élites sionistas, las mafias kházaras y la nobleza
negra veneciana, todos ellos asuntos reales, interesantes y sobretodo
muy peliculeros, pero que en realidad nos quedan muy lejanos y sobre
los que no podemos intervenir en absoluto.
¿O
acaso disponen ustedes de un ejército de espías y mercenarios de
élite a sus órdenes para ir a eliminar a estas élites malvadas?
Por
lo tanto, preguntémonos, de forma clara y honesta: ¿de qué sirve
que perdamos tanto tiempo hablando de todas estas sociedades secretas
y sus orígenes míticos? ¿Qué conseguimos con ello?
Mientras
tanto, llevamos en el bolsillo el arma que usarán para empezar a
esclavizarnos y que podemos anular con un simple gesto, para al menos
retrasar sus planes…y nadie está dispuesto a dar un paso tan
sencillo…
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