SOLO
UN SUEÑO
Nos
guste o no, estamos en Guerra. Combatimos contra un enemigo que, aún
disminuido y viniéndose abajo, parece invencible, pues aunque muchas
de sus poderosas armas han dejado de ser efectivas, todavía se creen
indestructibles al amparo de su más poderosa, eficaz y antigua arma:
el Conocimiento.
Y
es justamente eso, el Conocimiento, lo que ha impedido que podamos
combatir en igualdad de condiciones contra el enemigo. Ellos disponen
de él desde hace miles de años, cuando les fue entregado por su
dios. Nosotros en cambio, lo perdimos hace miles de años, cuando
encerramos a “nuestro” Do en las prisiones de la mente, y junto
con él, a nuestra sagrada fuente de Conocimiento. Por ello, durante
milenios, la balanza se mantuvo desequilibrada, favoreciéndolos y
permitiéndoles dominar y manejar con facilidad a un enorme rebaño
de unidades dormidas, apáticas, y egoístas.
Ese
rebaño, incapaz de actuar conscientemente y que es presa continua de
sus deseos y pasiones, es el tan mentado Inconsciente Colectivo. Una
enorme masa de unidades carentes de espíritu, incapaces de ver,
sentir o escuchar más allá de lo que sus limitados sentidos
tridimensionales les permiten, funcionando como poco más que una
fábrica productora de alimento para su propio verdugo. Este
Inconsciente Colectivo se encarga, sin saberlo (en verdad que no lo
saben) de servir un suculento manjar a esos oscuros enemigos con cada
manifestación de su ego, trátese de una inútil discusión trivial
o una violenta reacción mecánica.
Y
es aquí donde cabe preguntarnos ¿Quién es el verdadero enemigo a
vencer? ¿El oscuro sistema o el oscuro Des-conocimiento de nosotros
mismos? ¿El que somete o el que se deja someter? ¿El que esclaviza
o el que no quiere ser libre?
Es
indudable que con una realidad subjetiva tan cambiante, tan ilusoria,
tan confusa, y que hoy, más que nunca, está siendo constantemente
manipulada, es difícil no sentirse apabullados, decepcionados y
confundidos. Pero, ¿es ese pretexto suficiente para cruzar los
brazos y esperar a que el prójimo haga todo el trabajo? Y digo esto
desde la perspectiva de todas las personas que, cada una a su manera,
buscamos darle suelo y estructura a ese mágico futuro de la tan
mencionada “Nueva Humanidad”.
Esa
Nueva Humanidad en la que dejaremos de juzgar al prójimo por lo que
tiene y comenzaremos a amarlo por lo que es. Esa Nueva Humanidad
donde nadie, absolutamente nadie, nos dirá qué pensar, qué decir o
cómo actuar, pues pensaremos con el corazón, hablaremos desde el
corazón y actuaremos por el corazón. Esa Nueva Humanidad donde no
viviremos para acumular, sino para dar. Esa Nueva Humanidad por la
que muchos daríamos todo lo que tenemos y todo lo que somos. Esa
Nueva Humanidad por la que seriamos capaces de pelear hasta nuestro
último aliento, hasta no tener más fuerzas que las necesarias para
no arrodillarnos nuevamente ante el oscuro enemigo que durante tanto
nos ha sometido.
¡Esa
Nueva Humanidad que estamos benditamente condenados a manifestar,
pero no como particularidades, sino como colectivo! ¡Como Consciente
Colectivo! Cómo una Masa Crítica de Seres Humanos libres de actuar
como mejor les plazca, pero siempre responsables de esa libertad.
Entonces,
si tanto soñamos con una Humanidad nueva, diferente y maravillosa,
¿Por qué nos empeñamos en seguir pensando y actuando igual? ¿Por
qué sigue primando la inconsciencia y la cobardía del ego comodino
y apático? ¿Por qué no, en lugar de esperar y exigir que todo un
colectivo cambie, cambiamos nosotros mismos? ¿Es acaso que no hemos
comprendido correctamente aquello de “La suma de las partes hacen
al todo, y nunca al revés”?
Esa
Nueva Humanidad no llegará por generación espontánea. Sólo cuando
cada una de sus “partes” decida hacerse responsable del papel que
le corresponde como Nuevos, Verdaderos y Valientes Seres Humanos, el
“Todo” estará completo y se manifestará. Mientras eso no ocurra
y las partes sigan sin ser conscientes de su papel en el todo, la
Nueva Humanidad, el AMOR, la armonía, la Libertad, el Ser Humano, y
todo lo demás no pasará de ser SOLO UN SUEÑO.
Sólo
tenemos que hacer lo que nos toca, ni más ni menos. Y entonces sí,
cuando menos lo esperemos, viviremos y existiremos en una realidad
infinitamente más hermosa que cualquier sueño del ego.
“Usted
elige, usted decide, usted camina,
usted
es el responsable de sus actos, pensamientos y palabras.
Esa,
es la única forma de Ser libre.”
NOTA:
Hoy, gracias al valor y coraje de verdaderos Seres Humanos, el
Conocimiento está a disposición de todo aquel que sienta la
necesidad de buscarlo y tenga la Voluntad para encontrarlo. La
Balanza, poco a poco, se equilibra, y la poderosa arma del enemigo
será finalmente usada en su contra o, mejor dicho, a nuestro favor.
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