20.8.18

La Luna fue puesta ahí de forma artificial con un fin ‘desconocido’

EL CONTROL DE LA LUNA SOBRE LOS HUMANOS                

Desde que tenemos conocimiento, la Luna ha estado ahí arriba observándonos, escrutando
nuestros sueños, imaginando todo tipo de historias, mitos y cuentos, en los que la Luna
participaba como el mejor de los escenarios.

Aunque existen escritos que mencionan un periodo sin Luna, nosotros no recordamos una noche sin su presencia, se nos hace difícil imaginar un periodo más oscuro.

Le hemos dedicado a la Luna odas de todo tipo y ha sido la madre que nos arropaba todas las noches.

La hemos observado y la hemos vigilado escrupulosamente, calculamos sus fases y entendemos su influencia en muchos de los acontecimientos que nos rodean, incluso hemos osado ir allí, en teoría, aunque la versión oficial tenga poco que ver con la realidad.

Pero, al final ¿qué es la Luna?

Aunque la respuesta pueda parecer obvia, si te paras a pensar detenidamente no lo es tanto,
cualquiera te diría que es un satélite, una roca muerta, yerma e inerte, con un rostro gris y
macilento: punto, fin de la conversación

Es lo que nos han enseñado, y que allí ha estado siempre, pero si te interesas un poco en saber más, se te acumulan multitud de interrogantes, tantos, que encontrar respuestas por las vías convencionales se vuelve una tarea titánica.

Lo primero que choca es porqué solo vemos una cara de la Luna, siempre la misma; no tiene ninguna lógica, todos los planetas (y satélites) giran sobre su eje, menos la Luna que es estática.


La traslación por ejemplo, es concéntrica, quiere decir que mientras todos los cuerpos celestes giran en elipses, la Luna gira en un círculo concéntrico casi perfecto.

Luego están sus cráteres, bastante sospechosos, algunos de ellos tienen un tamaño tal, que lo que hubiera impactado allí debería haberla hecho añicos, pero no

Estos cráteres a pesar de tener algunos kilómetros de diámetro, apenas tienen una profundidad que haga una mínima idea del impacto que debió sufrir, y como se evadió de las peores consecuencias.

Su gigantesco tamaño en comparación a la proporción satélite-planeta ayuda a añadir más y más interrogantes, haciendo que sea poco probable que te plantees, la teoría que dice, que fue atraído por la gravedad terrestre, y más aún cuando la distancia que ocupa con respecto a la tierra sea más bien inquietante.

Esto a groso modo y con un telescopio más o menos normalito, son las primeras dudas que te invaden cuando le prestas atención.

Sin entrar en conspiraciones o teorías no oficiales, si nos ponemos a indagar en el trabajo de
gente más experimentada, directamente es para volverse loco, como por ejemplo,

  • que la antigüedad de la Luna sea mayor que la de La Tierra
  • que su cuerpo sea hueco
  • que se detecten constantes ondas de radio emitidas desde allí
  • que de vez en cuando (como decía con un telescopio normalito) se vean extrañas luces por allí
  • que aparezcan extrañas construcciones en distintas fotografías que se pueden hallar fácil en Internet
  • que se hable incluso que hubiera bases humanas, o incluso no humanas en su interior.

Todo esto a no ser que tengas una mente puramente racional y estrictamente arraigada en la
ciencia académica y apostólica, suena a locura, o a teorías de un desequilibrado.

Pero cuando lees a científicos que están un poco al margen del dogma científico, que dudan
seriamente que la Luna sea un satélite natural tal cual está situada actualmente y se planteen que la Luna fue puesta ahí de forma artificial con un fin desconocido.

Sumando que la influencia de la Luna no solo afecta a las mareas o en los periodos femeninos, sino que influye en la mayor parte de los ciclos biológicos y mentales de los seres vivos, nos lleva a replantearnos nuevamente la pregunta:

¿Qué es la Luna?

Si nos ponemos en plan conspiranoico, el tema da mucho más respeto, ya que la Luna está ahí, vigilando nuestros sueños, está ahí, vigilando al rebaño mientras duerme, que es el momento del día más peligroso, para los pastores.

El humano cuando duerme se activa su parte energética y trabaja en fases, que durante el día están latentes, la glándula pineal o el hipotálamo se activan en la oscuridad y particularmente durante el sueño, provocando estados alterados en la conciencia o los llamados viajes astrales, no conscientes para la mayoría, donde el rebaño podría abandonarse, salir y quizás darse cuenta que vive enjaulado.

Solo es una teoría, y más de uno pensaría que es una simple elucubración, pero a mí
personalmente siempre me llamó la atención que la Luna estuviera de noche, generalmente solo de noche, plena y radiante, es cuanto menos chocante.

Durante el día somos controlables, estamos en vigilia y el sistema nos da quehaceres; el cuerpo celeste que reina es el Sol, como no podía ser de otra forma, pero cuando llega la noche y la Luna lo releva, es el momento donde es más necesario el control, por lo cual ella toma el justo papel, para completar la dualidad en la que estamos atrapados

La conclusión a la que llego es que este satélite ocre es un elemento de control, una estación espacial que monitorea y analiza nuestro estado.

Es sabido que estamos fuertemente ligados a La Tierra, que el latir de su corazón va al mismo ritmo que el nuestro y que necesitamos su influencia.

Pero la Luna es evidente, que debe de emitir también un tipo de onda que nos impide que nos despeguemos de nuestra irrealidad, un elemento que logra impedirnos que recordemos y comprendamos lo que soñamos, que nos mantenga en un constante trance hipnótico día y noche, y que adecue nuestra mente a recibir los programas que provocan que fabriquemos su realidad en segundo plano.

La Luna originalmente era un satélite de Saturno; toda la ingeniería de control que porta en su interior fue creada mientras orbitaba alrededor del planeta anillado, tras la toma invasiva del planeta Tierra este quedó sin satélites naturales.

Por lo tanto era difícil crear un sistema de control sobre el ser humano sin un elemento que pusiese en jaque, al poblador terráqueo.

La Luna se trasladó a través de una apertura de portales y se colocó en la ubicación actual; como su ubicación no es natural se le creó un sistema de traslación artificial, en el que la Luna tiene un giro concéntrico completamente para que su influencia sea constante e invariable.

Desde allí se opera la ingeniería de control mental hipnótico que muchos llaman Matrix gracias al film, pero que no sería más que una ingeniería de modulación de resonancia para que estemos en una frecuencia de vibración baja, tanto física como mental.

Por eso operamos normalmente en estados cerebrales de frecuencia inconsciente, por la cual acceden a nuestra psique e implantan sus programas casi sin esfuerzo.

Nuestra mente acaba siendo un libro en blanco para ellos e inserten sus programas para que operemos según sus necesidades, fabricando la realidad desde el miedo y el menosprecio.

Mantienen anulado un hemisferio cerebral, dejándonos casi en exclusiva, esa parte del cerebro que no siente ni padece, solo opera.

La inserción de la luna en nuestra órbita terráquea, supuso un desajuste muy severo en los polos magnéticos, y provocó el consecuente movimiento en las placas tectónicas que provocaron que unos territorios emergieran y otros se hundieran (aquí puedes especular si lo deseas con la Atlántida, Mu o Lemuria).

Muchas especies desaparecieron por lo cual se añadieron a posteriori, la mayor parte de las que conocemos actualmente.

La Luna afortunadamente no va a estar ahí siempre, ya que una vez recuperemos la soberanía
del planeta, aquellos que la colocaron se la llevarán; la Luna se irá por donde vino, pero esto
evidentemente tendrá consecuencias y al igual que sucedió al ser insertada, sucederá al ser
sustraída.

El planeta se removerá un poco al liberarse de este parásito y la Tierra tendrá que reajustarse de nuevo.

Habrá quienes entren en pánico solo de pensarlo y habrá quienes trasciendan esto, que solo será una etapa, hasta que el planeta vuelva a auto-equilibrarse de nuevo y recupere su poder.

A partir de aquí, desaparecerá la cuarentena que tenemos y empezaremos a ser libres, saldremos del trance hipnótico y recuperaremos poco a poco toda nuestra memoria; existirán otros peligros, pero al menos tendremos la opción de elegir.

La influencia lunar ya no es tan severa y muchos están superando la capacidad que tiene esta,
para sumirnos en el inconsciente de forma constante, muchos son los que están mutando su
conciencia y se están liberando por si mismos de su influencia.


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