© OBLIGADOS A VIVIR
Suena fuerte y al mismo tiempo desagradecido. Dejando a un lado cómo le vaya a cada uno en la vida, lo cierto es que no tienes otra opción que vivirla.
Hasta aquí la constatación de la realidad que comienza
cuando nacemos, sin haberlo pedido ni autorizado, al menos, con conocimiento de
causa (no entramos en terrenos metafísicos)
La cuestión es que necesitamos ir haciendo camino e inventarnos
sobre la marcha qué es lo que más nos conviene y a la vez relacionarnos con
nuestro entorno y esperar alguna colaboración.
Además necesitamos discernir en todo momento si lo que pensamos, decimos o hacemos, está bien o no. Luego están las dudas sobre lo que nos corresponde hacer o el lugar donde debemos estar.