SOBRE EL BIEN COMÚN
Decía Peter Kreeft que una sociedad buena es aquella en la
que es fácil ser bueno. En este sentido, ¿es buena nuestra sociedad? Y ¿de qué
depende su bondad? El concepto esencial para responder a esta pregunta es el
bien común, un concepto tan relevante que explica en gran medida el destino de
las sociedades, el bienestar y felicidad (siempre relativa) de sus ciudadanos y
su desarrollo material, intelectual, emocional y espiritual. Por lo tanto, el
bien común tiene una importancia trascendental, a pesar de lo cual es raro que
se mencione y aún más raro que se comprenda.
Definamos el bien común
Utilizando la vía negativa, conviene aclarar en primer lugar lo que el bien común no es. El bien común no es la suma de los bienes de los miembros de una sociedad, ni se refiere a los bienes de titularidad pública, a la existencia de servicios públicos o a algún tipo de colectivismo o redistribución de la riqueza.