DUALIDAD Y REALIDAD
Siento que he estado trabajando en los principios básicos durante un tiempo, pero no he abordado uno de los más importantes: las dualidades. Nuestra propensión a mirar los puntos extremos de un espectro y no el espectro completo, a clasificar todo como bueno o malo, cuando en realidad no existe ninguno de los dos.
Pienso mucho en esto en esta época del año,
cuando el tiempo mismo está en el medio. No son los días más largos ni los más
cortos, ni están en ninguna de las dos categorías. Es un momento para pensar en
el equilibrio, pero también es un momento para reconocer que los puntos finales
que aplicamos a cada escala son en realidad inexistentes.
Por supuesto, esto tiene todo tipo de ramificaciones en la sociedad. Desde nuestra absoluta confusión sobre el género y el papel del sexo en nuestros cuerpos hasta nuestras ideas sobre el mérito y sobre quién merece que se satisfagan sus necesidades.