EL FALSO ISRAEL
Cómo el satanismo se
propaga desenfrenadamente en Tierra Santa
Las piezas de “arte”
abstractas representan torres fálicas, espirales, ojos y portales geométricos,
todos símbolos con profundas raíces en la magia hermética, la Cábala y los antiguos
cultos de fertilidad cananeos.
En el desierto del Négueb, bajo el cielo negro de la frontera sur de Israel, se extiende un fuego que jamás debió reavivarse. Miles de personas se reúnen bajo su luz, pintadas, perforadas y poseídas. Forman círculos tribales alrededor de enormes efigies construidas para la destrucción: ídolos con forma de serpientes, bestias, dioses distorsionados o tronos geométricos. Las mujeres se retuercen al ritmo de los tambores, con sus cuerpos desnudos manchados de ceniza y simbolismo.