Niéguese a cumplir órdenes ilegítimas de delincuentes. Actúe con un propósito

LA GUERRA DEL FUTURO Y LA BATALLA DE HOY        

Una visión panorámica de la situación actual

La clase parásita

Una clase parasitaria profundamente arraigada está librando una guerra abierta contra la humanidad, y la responsabilidad de defender la libertad y la verdad ahora recae sobre aquellos de nosotros que nos negamos a someternos a su agenda global. Si bien muchas de estas figuras operan en las sombras de burocracias financiadas por los impuestos y agencias de tres letras, el mayor escrutinio público ha sacado a la luz muchos de sus nombres y rostros. La evidencia de su asesinato masivo premeditado y su ataque sistemático contra los ocho mil millones de nosotros es irrefutable. Ya no hay lugar para un debate razonable sobre su culpabilidad o su intención malévola en curso.

Expresar plenamente nuestra humanidad, contiene las semillas de la invencibilidad

UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO

ESPECIES LOCAS CONTRA LA HUMANIDAD

Debajo de la superficie de la vida diaria actúan dos fuerzas radicalmente opuestas: “la voluntad de vivir” y “la voluntad de no vivir”. Ambos luchan por convertirse en la realidad dominante de nuestro tiempo. Es una carrera contra el tiempo.

El reloj lo ha puesto en marcha la especie loca, con la aceptación pasiva e inquietante de gran parte de la Humanidad. La especie loca está obsesionada con el tiempo mecánico. Ella fija el tiempo y exige que su programa se implemente dentro de los plazos que ha fijado.

El “Gran Reinicio” es el evento de fijación de tiempo más reciente iniciado por la, acertadamente llamada, especie loca. Ha incluido algunas fechas clave en su agenda para la transferencia de la vida orgánica a un doble robótico controlado digitalmente, con el objetivo de dejar obsoleta a la Humanidad.

Ahora sí que me he quitado un lastre que me tenía estancado y no me dejaba avanzar

¿CUÁL ES MI PROPÓSITO?                             

EL PROPÓSITO SIEMPRE ESTUVO ALLÍ

Pláticas con el Guía

Abro los ojos y me encuentro nuevamente en ese precioso lugar, donde la luz tiene un brillo especial, todo es más vivo y nítido. Es difícil de explicar, porque es un estado sensorial distinto al que estoy acostumbrado experimentar. Es sentir la existencia más allá de los sentidos, más allá del discernimiento. Es una percepción global que abarca todo, es una conexión real que me hace comprender el Todo sin necesidad de pensar ni cuestionar. Escucho una voz que me resulta familiar.

(Guía) – Si estás aquí es porque hay algo que perturba la tranquilidad de tu Ser, y necesitas encontrar una respuesta.

(Yo) – Correcto, hay algo que me tiene atormentado desde que tengo uso de razón, algo que durante años he intentado hallar y no hay manera.

La pregunta no es si debemos avanzar o no, sino hacia dónde, cuál es nuestro objetivo

EL TRANSHUMANISMO: Un desprecio de los humanos

La voluntad de transformarlo todo alcanza hoy su última frontera: el hombre mismo. Esta es la observación de François Bellamy, filósofo y eurodiputado, en el Osservatore Romano.

Si nada nos conviene en la realidad, el hombre mismo debe transformarse porque el sueño del transhumanismo no es más que el proyecto de este cambio aplicado al propio autor del cambio: se trata de superar las fronteras que limitan su movimiento, de eliminar las rigideces, las cargas de la vida humana. (El significado de los límites)

Dos grandes límites: el sexo y la muerte

Los dos grandes límites que estamos tratando de superar son los que los humanos han experimentado y quienes los han experimentado desde la noche de los tiempos: el sexo y la muerte. La primera frontera es el sexo, porque la alteridad sexual significa que no puedo ser el 'todo' de la humanidad, que no puedo dar vida solo. Y la segunda es la muerte: ya no se trata de repelerla con la medicina, sino de abolir definitivamente la muerte orgánica, la muerte del cuerpo.