UN FUTURO INCIERTO
En los nuevos tiempos que están por venir ninguna actividad o profesión del ser humano será inmune a la robótica y la inteligencia artificial (IA). De hecho, serán las máquinas equipadas con IA las que diagnosticarán nuestras enfermedades y realizarán todo tipo de cirugías complejas.
También serán las encargadas de la producción de alimentos o de
mantener el orden público. Y, por supuesto, sustituirán a ingenieros,
arquitectos, jueces,… y políticos. Solamente un minúsculo grupo de privilegiados
selectos serán los encargados de gestionar y controlar este sinsentido.
Es evidente que a medida que los humanos seamos reemplazados por máquinas nuestra utilidad disminuirá. Por consiguiente, nos convertiremos en una carga permanente para el Estado. ¿Crees que nuestros dueños lo van a consentir?