YAHVÉ, EL DIOS TERRORISTA
"Es hora de que
los judíos sean temidos", dijo recientemente el rabino Shmuley. Tras haber
fracasado en su intento de superar el antisemitismo haciéndose querer o
admirar, ahora los judíos deben hacerse temer. Esa es la nueva consigna.
El problema es que si los judíos quieren ser temidos,
también deben aceptar ser odiados. El “miedo a los judíos” puede traducirse,
literalmente, como “judeofobia” (del griego phobos, miedo, temor).
Para ser temido, debes tener el poder de hacer daño y debes demostrarlo. En
resumen, si los judíos quieren ser temidos para luchar contra el antisemitismo,
entonces el antisemitismo tiene un futuro brillante por delante.
Todo esto no tiene mucho sentido. Pero es muy bíblico. Que yo sepa, la Biblia hebrea no recomienda que los judíos se hagan querer por los no judíos. No, al contrario, les enseña a ser temidos. El dios de Israel le dijo a su pueblo: