EL MARXISMO CULTURAL COMO RELIGIÓN DE ESTADO
(Y
secta destructiva)
"The
Madness of Crowds",
de Douglas Murray, es uno de los libros más importantes de los
últimos años. Es una llamada de atención sobre el estado de
locura colectiva al que nos está arrastrando la “política de la
identidad” feminista-multicultural-homosexualista.
Propongo,
en diálogo con Murray, las siguientes seis tesis:
1) La política de la identidad implica el fin del individuo, que es disuelto en la tribu. El marxismo cultural divide a la sociedad en grupos enfrentados: es la lucha de sexos, razas y orientaciones sexuales sustituyendo a la de clases. Al hacerlo, colectiviza tanto la responsabilidad moral (formidable regresión: “¿pecó él o sus padres?”, Jn. 9,1) como el pensamiento, los intereses y las necesidades. Por ejemplo, si Fulano Pérez le pega a Mengana Rodríguez, no se trata de una agresión de pareja, sino de un episodio más de la eterna batalla en la que los hombres como colectividad intentan dominar a las mujeres como colectividad.
1) La política de la identidad implica el fin del individuo, que es disuelto en la tribu. El marxismo cultural divide a la sociedad en grupos enfrentados: es la lucha de sexos, razas y orientaciones sexuales sustituyendo a la de clases. Al hacerlo, colectiviza tanto la responsabilidad moral (formidable regresión: “¿pecó él o sus padres?”, Jn. 9,1) como el pensamiento, los intereses y las necesidades. Por ejemplo, si Fulano Pérez le pega a Mengana Rodríguez, no se trata de una agresión de pareja, sino de un episodio más de la eterna batalla en la que los hombres como colectividad intentan dominar a las mujeres como colectividad.