© EL RECURSO DE LA ACEPTACIÓN
Cuando con arrogancia nos creemos los reyes de la creación
sólo tenemos que echar un vistazo a nuestra realidad física dentro del Universo
donde no representamos ni una mota de polvo.
Sin salir del sistema solar, que podemos considerar como
nuestro “patio de escuela”, nuestra insignificancia es ya clamorosa y nos sitúa
en nuestra verdadera importancia.
Estas observaciones vienen a cuento de la creencia en la influencia que podemos tener en el desarrollo de las cosas que nos rodean (y de nosotros mismos).