Tú eres el dueño de decidir qué quieres de la vida, qué quieres ser y cómo quieres ser

© APRENDIENDO A SER LIBRES       

Si queremos ser libres, debemos decidirlo y hemos de aprender

¿Sabemos qué significa ser libres? Para simplificarlo podríamos decir que es una decisión y como tal tiene sus consecuencias

Nos llenamos mucho la boca con la palabra libertad quizás sin saber muy bien sus connotaciones y obligaciones, ignorando las implicaciones que acarrea.

Parece que sea un derecho inalienable cuando lo que supone no es más que una opción (como tantas otras en la vida) con sus ventajas y sus inconvenientes.

Desde que nacemos no hacemos más que este aprendizaje que iremos logrando gradualmente, desde la cuna hasta la tumba. Un camino que cada uno hace de la mejor manera que sabe o que puede.

Cuando somos pequeños lo que queremos sobre todo es seguridad. El tema libertad no se presenta hasta la adolescencia en la que pensamos en emanciparnos y hacer la nuestra, aunque muchas veces sin renunciar al cobijo paterno.

Querer ser libres es una aspiración, al parecer consuetudinaria, del ser humano que emplea en ello muchas energías aunque a veces desencaminadas.

Como todo en la vida, tiene un precio que podríamos explicitar con la ecuación libertad vs seguridad que son opuestas: más libertad menos seguridad y viceversa. Ambas cosas son incompatibles

Y es que todo está muy bien montado, muy pensado. Todo tiene su finalidad para la estructura de la vida basada en el equilibrio entre todas las cosas

Nadie lo tiene todo, siempre le quedará algún aspecto colgado, pero todos tenemos algo de valor que aportar al conjunto que nos hace únicos y la forma de manifestarlo es desde la libertad.

Volviendo al concepto en cuestión, algunos lo valorarán lo suficiente como para asumir sus retos. Otros renunciarán a ello para recluirse en la seguridad, aniquiladora pero cómoda.

Así que el dilema no es tener libertad o no tener, sino querer tener y por eso hay que estar dispuesto a pagar su precio correspondiente

Todos los derechos tienen su contraparte de las obligaciones y así el planteamiento vital resulta justo y al alcance de todos los que se ciñen a esta ley

Se trata de comprometerse hasta donde queramos para alcanzar lo que nos interese, y en el tema entra todo: dinero, salud, alegría, amor, bienestar, paz... cualquier aspecto está supeditado

El refranero siempre tan sabio lo dice bien claro: El que algo quiere, algo le cuesta. Y no hay otra, así que ya nos lo podemos ir pensando y decidir las opciones que más nos convengan.

En estos tiempos tan confusos en los que en todo momento nos tratan de enturbiar dando la vuelta al significado de tantos conceptos y palabras, vale la pena acogerse a los esquemas básicos que van más allá de ideologías, modas o intereses: Lo que siembras recogerás o tal harás tal encontrarás.

Tú eres el dueño de decidir qué línea quieres seguir en la vida, qué quieres ser y cómo quieres ser. Nadie te podrá privar de lo que piensas y sientas, otra cosa es como podrás hacerlo, pero esta es la razón de estar aquí: Experimentar, aprender, avanzar, gozar... siempre desde el acierto o el error.

O así me lo parece

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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com - 16 julio 2024

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