28.12.16

Los humanos nos unimos cuando todo parece perdido y dar la batalla final.

HUMANO Y GUERRERO                                                                          

Que ya vienen. Montados en el enorme planeta Nibiru a chocarnos. En naves espaciales super avanzadas a abducirnos, cenarnos, reducirnos, esclavizarnos, manipularnos, gobernarnos, etc. Ya vienen, están aquí, poderosos, incólumes, después de haber perdido la memoria por medio millón de años y permitido que autómatas grises nos hagan la vida a cuadros.
Aparte de los dioses benignos que, de verdad, nos enseñaron cosas para mejorar nuestro paso por la vida, y hablo de Lugh, Apolo, Hermes, Brigidh y todos los que se apiadaron de estas criaturas atrapadas en cuerpos de barro por el capricho de un dios enajenado; todos los demás pueden subirse a sus naves y volver a sus planetas respectivos.

Porque, finalmente, ¿qué es lo que se requiere de nosotros? ¿Que seamos conscientes? ¿Que rompamos las cadenas de la materia, cosa que nadie se atreve a hacer?
¿No se cansaron ya de las críticas, las amenazas de destrucción masiva, los consejos del Papa, los mensajes telepáticos de las naves que merodean cerca de la tierra, los “perfectos” que viven en el centro de la tierra, las acusaciones de pecados, los abusos de los poderosos…?

Personalmente, esta cuestión de que “alguien” vaya a juzgar, quienes son el 15% que se va a ir a “un planeta mejor”, o si Jesus viene a llevarse a sus cristianos, o si nos van a arrasar con un tsunami con olas de 500 metros; me tiene hasta la coronilla.


Si van a ayudarnos, que lo hagan de una vez. Y si lo que vienen es a jodernos (de nuevo) que se suban a sus naves y se vayan, porque nadie nos jode mejor que nosotros mismos. O sea… ¿capisce?

Ante tanto misterio y ocultismo, elijo vivir en la Tierra, elijo los cultos y fiestas paganas y la medicina natural. No necesito pirámides en mi jardín, ni a un Dios obsesivo, ni naves observándome.

Ya estoy harto también de los intermediarios, los que traen los mensajes, siempre en fotos borrosas o versos truncados. Ninguno sabe todavía para quien trabaja y si es fiel a la humanidad o a algún ángel caído.

Que me perdonen Lucifer y sus ángeles caídos, no desconozco su lucha, simplemente alguien se ocupó de hacerla oculta e increíble, no es culpa mía. Pongámosla en papel de manera que todos puedan entenderla. Y si somos ustedes, díganlo, para que no sigamos sintiéndonos la última mierda de la creación.

Soy humano… desde hace mucho. Si tengo sangre hiperbórea, no me acuerdo, pero la mía hierve en mis venas.

He sido, también, guerrero. He navegado barcos vikingos, luchado, ensangrentado mi espada y si tengo que combatir, combatiré.

Después de todo, los humanos tenemos esa rara costumbre de unirnos cuando todo parece perdido y dar la batalla final.

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