26.1.24

Cómo el poder anticipa la resistencia y la controla hasta neutralizarla y disolverla

LA OPOSICIÓN CONTROLADA              

El establecimiento de la distopía de Covid ha provocado profundas rupturas dentro de nuestras sociedades. Se formaron grupos de resistencia al reinado del absurdo y la dictadura sanitaria, surgieron nuevos medios de comunicación y también, por supuesto, líderes de opinión y figuras carismáticas. ¿Creeremos que el poder que puso en marcha un sistema tan inicuo y abusivo se ha quedado de brazos cruzados ante esta protesta? La reciente agitación en el ámbito de la oposición atestigua, por el contrario, un trabajo eficaz de debilitamiento y subversión, que debe estudiarse en sí mismo como uno de los componentes de la actual deriva totalitaria. 

Cuando una potencia lanza una guerra contra su población, para impulsar medidas impopulares y/o diversos proyectos tiránicos, sabe que una franja politizada (de compromiso en el sentido noble), ciertamente mínima pero sólida, corre el riesgo de reaccionar. Por lo tanto, anticipa y canaliza esta ira fabricando “su” resistencia, producto de la misma ingeniería y del mismo ardor con el que trabaja para manipular a la población. 

Nótese que los mismos métodos se aplican en las empresas, durante la creación del “sindicato amarillo” cuya función será servir, no a los trabajadores, sino a los patrones.

Entonces, ¿cómo un poder anticipa la resistencia y la controla desde dentro hasta neutralizarla y luego disolverla? Es costumbre hablar de oposición controlada (que llamaré “unión amarilla”), pero aún es necesario volver a las técnicas utilizadas.

Esta oposición de fachada se crea “desde el principio”. Este punto es esencial. Tiene varias funciones. En primer lugar, dirigir y concentrar el descontento tanto como sea posible en un solo lugar, en poder del mismo poder detrás del líder o líderes del sindicato amarillo. Esta aglomeración permitirá entonces dirigir esta ira hacia exigencias que no son peligrosas para quienes están en el poder y emprender acciones no peligrosas, que desvían la atención de las que sí lo son. 

El sindicato amarillo, por ejemplo, luchará por el tiempo de descanso o por el menú de comidas en el comedor, en lugar de luchar contra el plan de despidos. Se ocultan los sujetos enojados y se desvía la atención. Por último, se trata de mapear a los oponentes, para obtener todos los nombres, e identificar a los más problemáticos entre ellos, tanto en fuerza y ​​peligrosidad como en carácter e integridad, con la intención de neutralizarlos a largo plazo.

Perfilado

¿Quiénes son los actores de esta “resistencia autorizada” al servicio del poder? En primera línea están los actores conscientes, los espías y los dirigentes del sindicato amarillo. Estos últimos son agentes reclutados, elegidos, previamente formados, escrupulosamente formados, formidablemente asesorados y, evidentemente, generosamente remunerados. Empecemos por los líderes visibles, que son endiabladamente inteligentes, cultos y por tanto tienen todos los talentos para cumplir esta misión.

Su perfil debe parecer impecable: capacidad de dedicarse a la causa de la resistencia, imagen destinada a atraer fuertes simpatías, incluso idolatría que permitirá la creación de una nueva secta, con el objetivo de derrocar, con la ayuda de fanáticos hechizados, a los otros líderes honestos una vez dada la consigna, o crear una ilusión tal que, cuando las acciones de los líderes del sindicato amarillo comiencen a revelarse, nadie pueda creerlas.

Las dos estrategias

Se pondrá en marcha una estrategia de comunicación para que la población pueda identificar fácilmente qué líderes se deben seguir. Por ejemplo, pueden ser impulsados ​​a ciertos medios de poder como líderes de la resistencia, con dos técnicas. El primero será el paso muy publicitado en un órgano de comunicación del poder, pero presentado a las masas como un medio de oposición, que no resistirá el análisis del apoyo financiero: quien paga la orquesta paga la música.

El segundo consiste en dar a conocer a los líderes infiltrados como líderes a los que no se puede abordar, por ejemplo, con artículos incriminatorios, visibilidad en televisión, etc. e incluso, hacer creer en represalias contra ellos (censura, citaciones, etc.). La película con sus actores, su guion y sus aventuras debe ser, ante todo, perfectamente creíble. Lo principal es que todo esto reciba amplia publicidad y que los agentes puedan ser identificados fácil y rápidamente como los nuevos líderes de la resistencia. 

Cubriendo estos dos aspectos, estamos seguros de atraer a la mayoría de los descontentos: aquellos que creen lo que les dicen los medios oficiales, y aquellos que ya no les creen pero todavía creen en los medios oficiales o en los medios ahora incorporados a esta resistencia. Esta observación del modo de propulsión de los dirigentes del sindicato amarillo es válida también para los medios de comunicación y los grupos, asociaciones, etc. que desempeñarán el papel de pseudo-opositores al poder y serán investidos de esta misión.

Durante este tiempo, y en la realidad, los verdaderos opositores (dirigentes, portavoces, grupos y medios de comunicación) son objeto de una astuta estrategia de invisibilidad y censura, ya sea en los medios oficiales del poder o en los medios aparentes de la oposición al poder. Con un matiz: si necesitamos utilizar su imagen como garantía de integridad o credibilidad, se pueden utilizar durante un período de tiempo determinado. Los borraremos del tablero más adelante, cuando este “argumento de autoridad” ya no sea de interés.

Chantaje

Aparte de estos agentes debidamente empleados por el poder para crear una telaraña alrededor de la resistencia con el fin de devorar fácilmente a individuos y grupos que perturban (siempre que previamente los hayan aislado y atrapado), existen otros perfiles al servicio de “resistencia autorizada”. Se trata de perfiles sobre los que las autoridades tienen fichas para ponerlos a su servicio y chantajearlos: si no se someten, su suerte será mucho peor. Esta fue particularmente la utilidad de los cuadernos negros de Epstein. Ésta es la función de todos los compromisos a los que la gente se ve obligada en la política. Por ejemplo, en la lucha contra las redes de pedofilia, muchos pedófilos están en realidad al servicio del poder y pretenden luchar contra este flagelo. 

De esta manera recaudan dinero (que, por tanto, no se distribuirá a grupos militantes o de resistencia reales, una táctica de desvío de flujos), pero, peor aún, atraen a muchas víctimas, que luego caen en la trampa y terminan capturadas en estas redes. Así, algunas asociaciones bien establecidas (publicitadas) cobran hasta 150.000 euros en honorarios legales en los casos en que un padre denuncia abusos sexuales contra su hijo. El resultado se sabe de antemano: el padre es engañado, el niño acaba en manos de su agresor, o peor aún, en ciertos sectores de la “protección de la infancia”, hoy infiltrada por redes de pedófilos. He visto alrededor de cien archivos similares durante la última década.

Acoso

Por último, hay manitas en la sombra, destinadas a acosar a los verdaderos perfiles resistentes y a debilitarlos, especialmente en la guerra de la información: los equipos de trolls que acuden a un sujeto para contaminarlo, con una formación específica y un objetivo específicos.

Infiltración

Para neutralizar los perfiles que perturban a quienes están en el poder, es necesario identificar a sus partidarios y hacer todo lo posible para debilitarlos. La primera técnica consiste en enviar un espía para ofrecer ayuda, para intentar acercarse lo más posible al verdadero líder, para obtener la mayor información posible sobre él y el mapeo de sus aliados. Lo mismo ocurre con los grupos que habrá que infiltrar. Otro método: un primer agente ataca al individuo, mientras otro agente, oficialmente “enemigo” del primero, se acerca al objetivo para brindarle apoyo y ganarse su confianza…

Esta infiltración es obra de espías encargados de observar, tomar posiciones estratégicas y descartar manifestaciones de resistencia que sean partidarias, significativas y honestas.  También se utilizan para manipular vulnerabilidades, recuperar información privada sobre las personas: red de amigos, capacidades financieras, ubicación del hogar, condiciones de vida, para luego manipularlas utilizando técnicas que ya he desarrollado en mi trabajo sobre el acoso.

Emboscada

Debilitar a los dirigentes implica también montar campañas de difamación, porque sabemos que siempre queda algo ver mi artículo sobre esto. Finalmente, podemos caer en trampas. Por ejemplo, fui grabado sin mi conocimiento por una supuesta figura de la resistencia contra la pedocriminalidad, que intentó engañarme para hacerme decir (frente a decenas de personas que me escuchaban sin que yo lo supiera) que las escuelas hubo que quemarlas. Lo cual obviamente no dije, porque me opongo firmemente a estos llamamientos a la violencia. Estos espías identifican, tras una atenta observación, los perfiles más manipulables (no olvidemos la manipulación por empatía), influenciables, sugestionables o corruptibles. Comienzan con los eslabones débiles, porque es más fácil darles la vuelta.

Seducción

El primer enfoque es seducir. La seducción puede abarcar distintos tipos de ventajas, de las que la persona objetivo será más o menos consciente: una determinada promoción mediática, la escritura de libros para personas hasta entonces completamente desconocidas, o incluso posiciones ventajosas otorgadas por el poder (por ejemplo: propuesta de matrimonio o un ministerio en el futuro gobierno posrevolucionario), hasta dotaciones financieras más o menos voluminosas. Si ciertos temas no deben discutirse porque son “secretos de defensa” o demasiado sensibles, se compran silencios, como la participación activa en el asesinato calumnioso de quienes hablan de ellos. 

El testimonio más importante sobre el tema que he podido recoger actualmente (sabiendo que no es el único) es un sobre de ¡veinte millones de euros (!) para proporcionar la cartografía de una gran red de resistentes que desarrollan autonomía, particularmente en la alimentación.  Quien rechazó esta amable propuesta sufrió también intentos de intrusión en el grupo, llegando incluso al golpe de Estado, acoso y calumnias. Tengo una pregunta para el lector: por una negativa honesta, ¿cuántos otros habrían aceptado?

Terror

Las amenazas y la intimidación también son una táctica eficaz: auditorías fiscales, cierre de cuentas bancarias, allanamientos en casas u oficinas, coches destrozados, asaltos y agresiones, intentos de asesinato, denuncias falsas, etc. Estas amenazas pueden venir tanto de infiltrados del sindicato amarillo como de quienes están directamente en el poder, porque no lo olvidemos: es el mismo equipo. La seducción y el terror suelen ser suficientes para hacer implosionar la resistencia. 

Los espectadores externos no entienden nada de estas historias y continúan engañándose a sí mismos acerca de una “resistencia unida”. A menudo se conforman con lemas prefabricados como “la guerra de los egos”. Sin embargo, el panorama se ha vuelto opaco, sumido en interminables controversias, que dificultan la recepción de mensajes, entierran los verdaderos problemas, dividen las alianzas, hasta neutralizar todas las acciones.

Falsos amigos

La perversión máxima consiste, para los dirigentes de los sindicatos amarillos (que a veces se presentan como enemigos públicos, para confundir mejor la cuestión), aparecer públicamente como partidarios de delegados sindicales honestos, atacándolos al mismo tiempo y con extrema dureza por detrás. Esto me ha sucedido varias veces durante los últimos siete años de exposición pública: ¡partidarios extremadamente elogiosos me atacan detrás de escena el mismo día de los elogios públicos (amenazas de muerte, intentos de dividir alianzas, insultos)

Sustitución

Si, a pesar de todo el arte desplegado, los sujetos e individuos que los enojan siguen teniendo audiencia, entonces se toman acciones radicales de censura e intimidación (cierre de un canal de YouTube, agresiones físicas, etc.). Y si, a pesar de todo, el mensaje sigue difundiéndose, entonces se pone en marcha otra táctica: la creación de figuras “avatares” que tienen estilos, perfiles y discursos similares y que pasan a ocupar las pantallas. Recuperan el contenido del discurso y del mensaje, pero le quitan la carga subversiva, y sobre todo, dirigen las declaraciones hacia conclusiones completamente diferentes... consignas que llaman a la "no acción", a no condenar a los criminales del poder, entre otras. 

En la oposición a la "educación sexual", por ejemplo, podemos identificar fácilmente discursos mediáticos que pretenden denunciar mientras diluyen hábilmente el tema, ignoran a la OMS y no identifican al enemigo.  Cuando esto ya no es posible, atacan a la OMS retomando… sus hipótesis contracientíficas sobre la supuesta “sexualidad” del niño desde el nacimiento.

En conclusión, toda esta resistencia autorizada, si no se identifica y neutraliza rápidamente, conducirá al sacrificio de perfiles inocentes y honestos, lo que conviene a todos aquellos que han caído en la corrupción y el oportunismo. El gobierno habrá ganado la partida, sobre todo si hay “revolución” o “derrocamiento”, porque en realidad los nuevos dirigentes siempre habrán trabajado a su servicio…

Ariane Bilheran

Filósofa, psicóloga clínica, doctora en psicopatología, especializada en el estudio de la manipulación, la paranoia, la perversión, el acoso y el totalitarismo.

https://nouveau-monde.ca/lopposition-controlee-ou-le-syndicat-jaune/  

 

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