10.11.22

Instalados en la coherencia, todo nos resulta más fácil y la vida deviene gratificante

 © NO PERDAMOS DE VISTA LA LIBERTAD          

Todo lo que sea provocado o nos venga impuesto "por nuestro bien", no tiene credibilidad y esconde siempre intereses oscuros.

Si algo debe favorecernos debe partir de la transparencia y la libertad de elección. Todo lo demás es trampa y engaño.

Al Poder, al que ya se le supone interesado, hay que exigirle sin embargo claridad, propuestas definidas con sus pros y sus contras:

- Te aseguro el porvenir pero exijo tu libertad

- Puedes hacer lo que te parezca, pero no cuentes conmigo

Debemos ser realistas: No hay duros a cuatro pesetas. Todo en la vida tiene un precio y tanto la libertad como la seguridad tienen el suyo.

Lo que hay que reclamar es el derecho a elegir lo que más se ajuste al talante de cada uno. Si no queremos que nos hagan trampa, tampoco debemos hacerla nosotros.

No se puede pedir “libertad y seguridad” porque una excluye a la otra.

Es cuestión de prioridades. En todo hay una escala de valores y debemos decidir la nuestra para ser coherentes con nuestra vida y nuestras aspiraciones.

Si somos conformistas querremos seguridad. Si somos independientes querremos libertad. Son dos caminos diferentes, dos formas de vivir.

La libertad comporta asumir riesgos, pero nos da opción a tener experiencias. La seguridad nos garantiza una rutina pero supone limitaciones y sometimiento.

Todas las decisiones, pequeñas o grandes, pasan por este dilema básico por encima de otras emociones o intereses.

Por tanto, no nos auto engañemos y aclaremos cuál es nuestra posición, nuestra disposición en la vida: Querer vivir libres o querer vivir seguros, con la certeza de que no hay medias tintas.

Lo de un poco libres o un poco seguros no procede porque entonces nunca sabremos con lo que contamos, ni donde estamos.

Y en cuanto a “contemporizar” (allí donde estemos hacer lo que vemos hacer) no deja de ser una renuncia, una deshonestidad con la propia forma de ser, con el propio vivir coherente.

Parece complicado pero basta con cogerle la práctica, si se está convencido de lo que se quiere.

Por tanto, mirémonos bien en el espejo para descubrir cuál es nuestro verdadero talante y seámosle fieles en todo momento.

Una vez instalados en la coherencia, todo nos resulta más fácil y la vida deviene muy gratificante.

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Joan Martí

elcamidelavida@gmail.com

10.11.2022

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