Todos sabemos cómo fue esta historia. Ahora la podríamos
transponer a la situación actual.
Todo el mundo tenía miedo de Goliat por su fuerza
descomunal. David, que se ofreció para encarase con él, lo primero que hizo fue
desechar el miedo y así poder pensar la táctica que le hizo triunfar.
Nosotros tenemos también delante un poderoso adversario
que de entrada nos da miedo. Por lo tanto, para enfrentarnos a él, primero
necesitamos perder el miedo y así, liberados de esta carga inútil, tendremos
toda la energía para encontrar y llevar a cabo la mejor táctica que nos permita
conseguir sacudirnos su poder de encima.
Pensamos que nos dominan pero es porque nos dejamos
dominar. Podemos organizarnos sin ellos si sabemos renunciar a las
"comodidades" que nos ofrecen para tenernos bien atados.
Si nos planteamos la vida a partir de lo básico y
compartimos todo lo común, iremos construyendo un tipo de vida en la que no
haya servidumbres y sí solidaridad.
La cuestión es que un vivir más sencillo se nos puede
presentar por su cuenta como consecuencia del desbarajuste en el que estamos
inmersos, por eso es mejor que tomemos la iniciativa antes de que nos caiga
encima.
Todos somos espejos que reflejamos la luz que nos llega
de la Fuente Primordial (la que nos da la vida) y con más o menos intensidad
esparcimos la claridad por todas partes además de empaparnos de ella nosotros
mismos.
Este despliegue lumínico abarca de forma exponencial a
todos los miembros de la familia humana orientándonos hacia un mundo armónico,
lleno de ilusión, paz, alegría y amor.
Poco a poco pero sin pausa lo vamos haciendo realidad si
todos así lo queremos. Sólo tenemos que "limpiar" bien nuestro espejo
(volvernos conscientes) y con decisión y perseverancia, lo haremos posible por
descabellado que parezca.
Tenemos el poder y la obligación de conseguirlo. Nuestra
alma está ansiosa y nos empuja hacia ello. Hagamos lo que podamos cada uno y vayamos
sintiendo en nuestro interior como resuenan nuestros aciertos y el apoyo que
tenemos garantizado frente a tanta maldad y alevosía.
Cada vez somos más los que vamos despertando y dándonos
cuenta del engaño y nos encaminamos hacia la senda de la dignidad, el coraje y
la libertad.
La sensación es excelsa cuando ves todo lo que podemos
hacer si nos lo proponemos, porque nos lo merecemos y estamos aquí para
disfrutarla.
Animo y adelante!
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DESPERTAR
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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com
4 de junio de 2020
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