EL MITO DE HÉCTOR Y LA REALIDAD DEL PERRO
Sísifo era un rey condenado por los dioses del Olimpo al trabajo más inútil imaginable en el Hades, por toda la eternidad: empujar una pesada roca cuesta arriba, solo para verla rodar cuesta abajo, una y otra vez, sin fin. Había engañado a la Muerte, desafiado a los dioses y vivido con demasiada astucia y orgullo. Por esta audacia, eligieron un castigo que se burlaba de todo esfuerzo humano: sin victoria, sin alivio, sin fin para la repetición. Solo la roca, la pendiente, la ardua ascensión y la roca rodando cuesta abajo.