LA OBSOLESCENCIA DEL HOMBRE
“Para sofocar
cualquier revuelta por adelantado, no debes hacerlo de manera
violenta. Métodos como el de Hitler están obsoletos. Basta con crear
un condicionamiento colectivo tan poderoso que la idea misma de rebelión ya ni
siquiera venga a la mente de los hombres.
Lo ideal sería formatear a los individuos desde su nacimiento limitando sus capacidades biológicas innatas. Luego, continuaríamos el condicionamiento reduciendo drásticamente la educación, para volver a llevarla a una forma de integración profesional. Un individuo sin educación tiene sólo un horizonte limitado de pensamiento y cuanto más se limita su pensamiento a preocupaciones mediocres, menos puede rebelarse. Debemos lograr que el acceso al conocimiento sea cada vez más difícil y elitista. Que se amplíe la brecha entre el pueblo y la ciencia, que la información destinada al gran público sea anestesiada de cualquier contenido de carácter subversivo.