Puede que nuestra fortaleza y convicción no estén a la altura de las circunstancias

 © ¿CÓMO SALIR DE ESTE CUL-DE-SAC?

EL GRAN RETO QUE NOS INTERPELA

Los malos se salen con la suya porque los buenos no hacen nada... Para bien o para mal las cosas se producen por decisiones de gente que ha pensado en ello y se ha empleado a fondo. Quienes sólo hacemos de espectadores siempre somos los damnificados justa o injustamente.

Cada circunstancia tiene sus propias características pero el “común determinador” es la valoración de la propia dignidad y libertad antepuesta a la sumisión y la aniquilación.

Es no aceptar limosnas, no admitir que te “perdonen la vida” a cambio de hundir tu humanidad... tu razón de ser y vivir.

En diferentes etapas históricas ha habido gente que ha preferido “eliminarse” que someterse a otras gentes o a condiciones inadmisibles.

Antes que nosotros, grupos de humanos con menos recursos físicos y mentales, se plantaron frente a la amenaza de su destrucción cultural y muchas veces también física y prefirieron inmolarse que perder sus valores más preciados como la dignidad y la libertad.

¡Ofrecer la propia vida es el precio más elevado que se puede contemplar! ¿No tiene más valor la vida que cualquier cosa que se le pueda comparar? ¿Qué se gana con una decisión tan radical? De hecho no se trata de una operación de ganar o perder, sino de una razón de ser.

En este mundo hemos venido a VIVIR no a sobrevivir. Hemos venido a DISFRUTAR no a pasar como se pueda y, al estar sólo un tiempo limitado, éste debe ser provecho, ha de valer la pena.

Aquí sólo estamos de paso y tenemos que partir una hora u otra: podemos hacerlo con la cara alta o consumidos y escarnecidos. Cuando las cosas cogen el cariz actual -que sólo hace que empeorar- nuestra actitud digna tiene dos vías: huir o luchar, en ambos casos el sacrificio está implicado.

1) Nos vamos del sistema e intentamos crear algo nuevo aparte... o

2) Nos vamos de este mundo por decisión propia antes de que nos echen de malos modos.

Si preferimos la vía 1 no hemos de perder ni un minuto rechazando lo que nos imponen y sí dedicar todas nuestras energías a confeccionar un esquema de vida diferente que nos aporte paz y felicidad por medio de la solidaridad y la convivencia.

En este caso deberemos ser muy creativos para sustituir las comodidades del sistema con nuevos y más naturales medios para nuestra existencia donde deben prevalecer los valores por encima de las cosas.

En cualquier caso, debemos reconocer que, a pesar de sentirnos muy conscientes de la situación, nuestro talante está muy “contaminado” con las comodidades y las rutinas del sistema aunque esto ha sido hasta ahora porque lo que viene –mucho ya está aquí- no es ni mucho menos tan agradable.

Para resumir. O tomamos las decisiones ahora que estamos a tiempo o nos preparamos para encajar todo lo que venga tratando de acostumbrarnos a pesar de poder salir bien malparados.

Todo parece muy dramático... ¡y en realidad lo es! Pero la tentación de esconder la cabeza bajo el ala y cuando la cosa explote aguantar fuerte, no parece lo más razonable a pesar de ser conscientes de que nuestra fortaleza y convicción puede que no estén a la altura de las circunstancias.

Si este es el caso habrá que tirar de humildad y aceptar los acontecimientos que se presenten y, cuando se presenten, tratar de acogernos y confiar en nuestro poder interior para hacerles frente. En definitiva es la aceptación en el grado más alto que sepamos aplicar y con todo el espíritu de transcendencia que podamos aportar.

Somos una parte del todo y como tal tenemos unas potencialidades concretas a las que debemos ceñirnos.

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com  - 27 marzo 2023