13.8.21

Reconocer la sencillez en la vida es una buena manera de andar por esta realidad

 © ¿ALGUNA RAZÓN PARA VIVIR?                              

En la situación kafkiana en la que estamos inmersos y que todo lo llena, esta pregunta se hace doblemente necesaria para reunir fuerzas y motivación con las que enfrentar este desquicio.

Por mi parte quiero reflexionar en voz alta y tratar de hallar sino la respuesta si al menos una orientación válida que me impulse en un sentido u otro.

En mi entrada anterior expresaba mi desencanto ante lo que me rodea y mi consecuente “disposición a largarme de esta realidad” abriéndome a nuevas posibilidades en donde fuere que se hallaren.

Pero la vida es persistente y me mantiene aquí, por lo que se supone tengo tarea pendiente y para ello debo rehacer mis puntos de referencia para esta nueva fase de mi vida.

Una de mis creencias es que vivimos para amar y ser amados, cosa que he experimentado con las variantes lógicas de cada momento.

Centrándome pues en esta faceta debo reconocer que si actualmente tengo algún motivo para “seguir viviendo” es el de poder compartir mi vida con un ser humano alegre, generoso y valiente con el que seguir gozando de lo que la vida nos ofrece.

Si mi compañía le supone un tanto de felicidad ya merece la pena estar ahí pues a la recíproca a mí también me reporta un gran bienestar la suya. Parece poco, un interés materialista, pero la verdad es que la vida es la suma de pequeñas cosas que dan forma al día a día.

Aparentemente hay muchos aspectos transcendentales a los que poder acogerse pero uno no quita lo otro. Somos seres espirituales experimentando la vida humana y por ello reunimos en nosotros todas las posibilidades.

No seremos “mejores” por fijarnos metas superiores menospreciando las cosas cotidianas que al fin y al cabo configuran nuestro vivir.

Por ello y para concluir de momento mis reflexiones de “convalecencia” acepto mi papel en esta realidad y con humildad me entrego a mi tarea con entusiasmo y gratitud. Una gratitud hacia el ser humano que siento a mi lado ofreciéndose sin reparos y que sufre mi desventura actual.

Reconocer la sencillez en la vida y seguirla es una buena manera de encaminar la andadura por esta realidad que tan a menudo nos complicamos innecesariamente.

SOY FELIZ

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com

13 agosto 2021

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