EL EVENTO (Parte 5)
LA GUERRA DE UCRANIA
Olvídate de todo lo que te dicen. La narrativa de la OTAN. La propaganda del gasoducto. La "desnazificación". Todo eso es puro ruido. La verdadera guerra en Ucrania no se trata de fronteras ni de política. Se trata de lo que yace enterrado en las profundidades y cómo se relaciona con el próximo cambio de polos. Permítanme explicarlo.
Desde finales de la década de 1960, las agencias de alto nivel lo saben: el campo magnético terrestre se está debilitando; los polos se están desplazando rápidamente; la Anomalía del Atlántico Sur está creciendo como un cáncer; la radiación se está filtrando; los satélites están fallando. No solo nos dirigimos hacia una inversión de los polos magnéticos, sino que estamos en rumbo de colisión con El Evento. Y los actores más poderosos del mundo lo saben.
Y aquí entra Ucrania.
Lo que la mayoría de la gente desconoce es que Ucrania,
especialmente durante la era soviética, fue la capital de los búnkeres
profundos del Bloque del Este. Me refiero a enormes complejos subterráneos,
anclados en la montaña, silos de misiles, depósitos de ojivas nucleares, bases
submarinas: auténticas fortalezas de la Guerra Fría, construidas no solo para
la guerra, sino para la supervivencia.
Analicemos la situación:
Delyatyn (Cárpatos): Antiguo depósito de ojivas nucleares
construido dentro de una montaña. ¿Con qué lo atacó Rusia en 2022? No con
artillería. No con ataques aéreos. Con un misil hipersónico Kinzhal, del tipo
que se usa para intentar abrir un búnker construido para sobrevivir a un
invierno nuclear. No buscaban munición. Buscaban un depósito.
Objeto 221 (Crimea): Una "ciudad de supervivencia
subterránea" soviética, enterrada a 183 metros de profundidad en el monte
Mishen. Diseñada para albergar la Flota del Mar Negro tras el apocalipsis
nuclear. Nunca se terminó… oficialmente. Rusia se anexionó Crimea en 2014, ¿y
saben qué? Para 2023, las imágenes satelitales muestran nuevas construcciones.
Pregúntense por qué resucitarían una base de la Guerra Fría a menos que esperen
condiciones similares a las de la Guerra Fría… o peores.
Base de Submarinos (Balaklava): Un auténtico puerto
submarino excavado en la montaña. A prueba de explosiones nucleares. Abandonado
en los 90, convertido en museo, y ahora repentinamente "restringido"
con barreras antidrones instaladas. Rusia está rearmando la montaña. No se
reconstruye algo así a menos que se esté preparando para un mundo donde la
superficie se vuelva inhabitable.
Radar Chernobyl-2 (Duga): Supuestamente, solo un radar de
largo alcance de la Guerra Fría. Pero ¿por qué la primera acción de Rusia en
2022 fue apoderarse de la Zona de Exclusión de Chernóbil? ¿Y por qué enviar
fuerzas de élite para mantenerla? No se asalta un páramo radiactivo a menos que
haya algo oculto bajo él que se necesite antes de que colapse el campo
magnético.
¿Ven el patrón?
Los soviéticos no solo construyeron bases militares.
Construyeron refugios de supervivencia. Búnkeres estratégicos para resistir no
solo una guerra, sino un reinicio planetario. Y ahora, a medida que el caos
magnético se acelera y la Agenda 2030 se cierne sobre nosotros, esos mismos
búnkeres se han convertido en un lugar privilegiado para la continuidad
posterior al Evento.
Esta es la explicación: Rusia no está luchando contra Ucrania.
Está recuperando su antigua infraestructura de preparación para emergencias.
Los refugios profundos. Los centros de mando blindados. Las bóvedas en la sima
de las montañas. Algunas se encuentran a 180-210 metros de profundidad, con
sistemas completos de soporte vital, blindaje nuclear y acceso estratégico a
recursos.
Fueron construidas cuando los soviéticos creían que el
Evento podría ocurrir en una generación.
Y si crees que esto termina con Rusia, piénsalo de nuevo.
¿El interés de la OTAN? ¿Los centros clandestinos estadounidenses en el este de
Polonia? ¿Los sistemas de túneles secretos bajo Kiev? Todo el mundo lo sabe. La
carrera no es por conquistar. La carrera es por atrincherarse antes de que todo
cambie.
Cuando los
polos magnéticos se desplacen, ocurrirán varios fenómenos incontrolables:
- Colapso atmosférico
- Saturación de radiación UV
- Fallo de la red satelital
- Migraciones a nivel continental
- Hambruna global
La élite no está viendo Netflix en Malibú. Están rearmando búnkeres en Crimea y
los Cárpatos. Están sellando las puertas blindadas bajo Chernóbil. Se están
posicionando discretamente en antiguos refugios antiaéreos soviéticos mientras
el resto del mundo se pelea por combustible y fertilizantes.
La Agenda 2030 no se trata de créditos de carbono. Es un calendario. Una fecha límite. El último plazo de preparación antes de que El Evento lo reinicie todo. ¿Y Ucrania? Ucrania es la pieza clave: el arca subterránea que dejaron atrás.
No se distraigan con las banderas y los titulares.
Empiecen a vigilar las señales.
Empiecen a monitorear la actividad sísmica cerca de las antiguas montañas
soviéticas.
Porque cuando todo esto se desmorone -y se desmoronará- los que vuelvan a la
luz no serán los que estén en la superficie.
Serán los que recuperaron los búnkeres.
Fuente: https://lunaticoutpost.com/
Visto en: https://astillas4.blogspot.com/2025/11/el-evento-5-parte-la-guerra-de-ucrania.html
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