NADIE VENDRÁ AL RESCATE DE LA HUMANIDAD
TENEMOS QUE SALVARNOS NOSOTROS MISMOS.
La inteligencia artificial no nos va a salvar. La innovación
tecnológica no nos va a salvar. Tu político favorito no nos va a salvar. Los
archivos de Epstein no nos van a salvar. China no nos va a salvar. Los
extraterrestres no nos van a salvar.
Nadie vendrá a salvarnos. No hay una solución milagrosa para la historia de la humanidad. Vamos a tener que salvarnos nosotros mismos.
En el teatro griego antiguo, las obras se resolvían con la intervención de los dioses al final, quienes castigaban a los villanos y recompensaban a los héroes. Los actores que interpretaban a los dioses descendían al escenario mediante una grúa o ascendían con una máquina desde una escotilla situada debajo, de ahí el término deus ex machina.
Hoy en día, se refiere a cualquier resolución de trama fácil
donde los protagonistas son salvados milagrosamente por una fuerza externa más
que por el fruto de sus propias luchas y evolución. Si los dioses intervienen
al final para salvarlos, entonces todo lo que han hecho hasta ahora no habrá
servido para nada, dejando al público insatisfecho y empujándolo a centrarse en
el autor más que en la historia.
Ante las crisis existenciales que afronta la humanidad hoy
en día, resulta tentador buscar esperanza en la creencia de que fuerzas
externas vendrán a nuestro rescate sin que tengamos que luchar ni cambiar. Este
tipo de historias salvadoras se encuentran en todas partes:
* Elon Musk va a automatizarlo todo para que no
tengamos que trabajar y luego ayudará a la humanidad a convertirse en una
especie interplanetaria.
* La superinteligencia artificial está a la vuelta de
la esquina y revolucionará nuestra comprensión científica del universo, dando
lugar a nuevas tecnologías transformadoras.
* La publicación de los archivos de Epstein expondrá
toda la corrupción que ha estado envenenando nuestra sociedad y conducirá al
arresto y la destitución de todos los malvados.
* Elegir a demócratas progresistas o a republicanos
populistas puede llevar al poder a héroes que transformarán el sistema político
estadounidense para nosotros.
* El ascenso de China va a reconfigurar el orden
mundial y contribuirá al fin del capitalismo.
* La revelación sobre los ovnis está a punto de
ocurrir y traerá consigo tecnologías alienígenas que salvarán a la humanidad de
la destrucción.
Y sin embargo, nada sucede. El dios griego nunca hace su
entrada. Los actores se quedan allí de pie, en un largo e incómodo silencio,
mientras el decorado se derrumba a su alrededor. Eso jamás sucederá, amigos.
Apolo no se presentó y Zeus no apareció.
Nadie nos va a salvar, solo nosotros mismos. Tenemos que
cambiar. Tenemos que actuar. Seguiremos avanzando a toda velocidad hacia una
distopía tiránica, una catástrofe ambiental y un apocalipsis nuclear hasta que
lo hagamos.
Vamos a tener que ayudarnos mutuamente a salir del
trance hipnótico de la propaganda y despertar a la verdad de lo que realmente
está sucediendo en nuestro mundo, y demostrarnos unos a otros que el cambio
real es necesario y posible.
Vamos a tener que despertar lo suficiente como para poder
usar el poder de nuestra multitud para obligar a nuestros gobernantes a dejar
de robarnos, oprimirnos, destruir nuestra biosfera y asesinar a nuestra gente.
Tendremos que despertar del trance del ego y convertirnos en
una especie verdaderamente consciente, para poder construir un mundo sano sin
recaer en nuestros patrones autodestructivos cuando la revolución termine.
Todos desean un cambio, pero nadie quiere cambiar. Por eso
la resolución argumental mediante un deus
ex machina resulta preferible.
No deja de ser una fantasía. El cambio solo viene de
nosotros mismos. Mantener la esperanza en esa fantasía es el primer obstáculo
que nos impide despertar a la realidad.
Toda especie llega a un punto crítico donde debe adaptarse a
las condiciones cambiantes o extinguirse. Hoy nos encontramos en ese punto.
Superaremos esta prueba o no, y si la superamos, será gracias a nuestros
propios esfuerzos, sacrificios y transformación personal.
Nadie lo va a hacer por nosotros.

No hay comentarios:
Publicar un comentario