EL ENIGMA DE LA EVOLUCIÓN
¿NACIMOS PARA SER LOS
«GRISES»?
La audaz teoría que postula a los alienígenas como nuestros descendientes, forjados por la tecnología y el inexorable paso del tiempo. Son los grises los humanos del futuro? ¿Y si la verdad no estuviera ahí fuera, -como postulaban en la serie televisiva X Files sino aquí mismo, en nuestro propio futuro?
Esta es la fascinante y provocadora pregunta que se ha planteado el biológico Michael Masters con su Modelo Extratempestrial, una teoría que está poniendo patas arriba la ufología clásica.
Masters, con la solidez de la antropología y la biología evolutiva como cimiento, sugiere que los enigmáticos
seres descritos por innumerables testigos —los famosos “grises”— no son alienígenas de un
mundo distante, sino la culminación de la evolución humana. Nuestros descendientes, altamente evolucionados,
habrían dominado la tecnología del
viaje en el tiempo y habrían regresado a nuestro presente para
observarnos y estudiar su propio pasado
evolutivo.
La coherencia biológica de los «grises»
La clave de la hipótesis de Masters radica en la
sorprendente coincidencia entre las descripciones de los supuestos extraterrestres y las
posibles proyecciones de la
evolución humana a lo largo de millones de años. En su obra,
Masters detalla cómo las características físicas atribuidas a estos seres
encajan de forma inquietante con
las tendencias evolutivas ya
observadas en el registro fósil.
Pensemos en el rasgo más icónico: el aumento del tamaño del cráneo. La
paleontología humana ya nos muestra que nuestro cerebro se ha triplicado en los
últimos dos o tres millones de años. Según Masters, esta expansión cognitiva continuará,
haciendo que los humanos del futuro posean cabezas mucho más grandes y
redondeadas, muy similares a los arquetipos
alienígenas. Otros cambios serían adaptaciones a un entorno altamente tecnológico o
incluso espacial. Por
ejemplo, los ojos se volverían más grandes y oscuros, adaptados a ambientes con
poca luz o al uso constante de realidad
virtual. La nariz y la boca serían más pequeñas debido a dietas
procesadas y a la asistencia tecnológica en la respiración. El cuerpo, más
delgado y alto, podría ser una adaptación a una menor gravedad o a un estilo de
vida más sedentario.
Incluso la pigmentación podría cambiar, tornándose más pálida o gris por la
falta de exposición solar.
¿Es esta descripción un mero producto de la casualidad o
una huella biológica de
nuestro propio destino?
Máquinas del tiempo y científicos del futuro
Si aceptamos la premisa de que los “grises” son futuros
humanos, su presencia y sus acciones se vuelven sorprendentemente lógicas.
Los OVNIs se
transformarían en máquinas del
tiempo sofisticadas, y las famosas abducciones con exámenes médicos serían, en realidad, investigaciones antropológicas de
campo.
Para abordar la clásica paradoja temporal (la posibilidad de alterar el pasado),
Masters recurre a la mecánica
cuántica, sugiriendo que estos viajes se realizarían a líneas
de tiempo paralelas. De este modo, los viajeros temporales evitarían
interferir con su propia historia, creando en cambio versiones
alternativas de la realidad.
La fuerza de este enfoque interdisciplinario es innegable: combina la ciencia
dura con el misterio, y nos obliga a reconsiderar la etiqueta de «extraterrestre».
La duda como cimiento de la verdad
Por supuesto, la hipótesis extratemporal no está exenta de críticas. Sus
detractores señalan la falta de pruebas
empíricas de la viabilidad del viaje en el tiempo y advierten sobre
la incertidumbre de cualquier extrapolación
evolutiva a tan largo plazo. Al fin y al cabo, la evolución es
caprichosa y no sigue una ruta preestablecida.
No obstante, el mérito de Michael Masters es obligarnos a
mirar el fenómeno ovni con una óptica
crítica e innovadora,
ofreciendo una alternativa coherente a
la explicación extraterrestre tradicional. ¿Y si la razón por la que los
gobiernos no pueden explicar el fenómeno es porque no están buscando fuera,
sino adelante?
La pregunta que resuena es clara. Considerando las
notables similitudes entre la descripción de los «grises» y las proyecciones de
nuestra propia evolución biológica, ¿es más sólida la teoría de visitantes de un sistema estelar distante, o
la de nuestros propios y evolucionados descendientes viajando al pasado para
estudiarnos?
Si estos seres son antropólogos del futuro, ¿qué clase de
información están recolectando sobre nosotros? Y la pregunta más importante
para la gestión de la información y
la verdad oficial es:
¿por qué las agencias espaciales
continúan enfocando la búsqueda de vida en el cosmos sin considerar la
posibilidad de que la anomalía inexplicable ya esté entre nosotros y proceda de
nuestro propio futuro?
Fuente: https://www.espaciomisterio.com/
Visto en: https://maestroviejo.blog/el-enigma-de-la-evolucion-nacimos-para-ser-los-grises/
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