Cada uno sabe lo que le gusta, lo que le hace feliz y eso es lo que debe frecuentar

© LA ALEGRÍA: VITAMINA DE LA VIDA

Ingrediente infalible para nuestro bienestar, la alegría debe estar presente en nuestro vivir lo más a menudo posible.

La alegría surge en nosotros cuando estamos en paz, cuando vivimos calmados, cuando confiamos en la vida.

La alegría no es un petarse de risa –aunque reír siempre va bien- sino un estado de ánimo contento, feliz, que viene dado por estar bien sintonizado y en armonía con el entorno.

La alegría se produce de muchas maneras: admirando un paisaje, escuchando una música melodiosa, leyendo un libro ameno, hablando con personas con las que te sientas conectado...

También es una fuente de alegría el fluir tranquilamente con la vida, mantenerse al margen de los desastres e informaciones desestabilizadoras, expresar gratitud por los dones de los que disfrutes, compartir con personas afines, opiniones, ideas, sentimientos...

Cultivar todas las ocasiones que te reporten alegría es una tarea efectiva y placentera que sirve de contrapunto a todos los malestares que puedan existir.

No hace mucho leí una valoración que se aviene con lo que estoy exponiendo: Nuestra vida se compone de un 5% de lo que nos pasa y de un 95% de cómo nos tomamos lo que nos pasa.

Estaremos de acuerdo en que somos nosotros quienes creamos nuestra realidad y lo hacemos a partir de nuestras creencias, del nivel de aceptación de lo que ocurre, de las expectativas que proyectamos...

De ahí las frecuentes frustraciones, amarguras, desencantos y en definitiva insatisfacción por la marcha de nuestra vida.

Con una dosis regular de alegría todas estas situaciones anímicas no se presentan y si algún malestar aparece, se disuleve enseguida.

Todo lo que nos lleve hacia los espacios de la alegría debemos acogerlo y disfrutarlo: Bailar, cantar, leer, pasear... Asistir a espectáculos de humor, musicales, poéticos... Tomar el sol, bañarse, ir de excursión, visitar lugares artísticos...

Cada uno sabe lo que le gusta, lo que le hace feliz y eso es lo que debe frecuentar en lugar de deslizarse en medio de la basura que ofrecen los medios de comunicación.

Estar contento, ser feliz, no es muy difícil, pero tienes que proponértelo, y, a copia de enfocarte en ello, se va haciendo algo natural y además te protege de las malas influencias.

La alegría es la vitamina de la vida que todos tenemos a nuestro alcance.

Venga pues a procurarte una buena y permanente ración.

¡Buen provecho!

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com  – 5 octubre 2023

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