12.2.25

Despachar los dilemas como se nos ocurra, seguir adelante sin preocuparnos mucho

© CONTRADICCIONES MORALES            

A raíz del artículo que publiqué ayer: Utilizar la fuerza bruta, quisiera exponer unas reflexiones sobre las contradicciones morales entre las que nos movemos.

Producto como somos de la civilización judeo-cristiana, nuestra fuente principal de “normas morales” la tenemos en la Biblia y en ella las contradicciones están a la vuelta de cada esquina.

Por un lado se nos dice: Si alguien te asalta para quitarte la cartera, dale también el abrigo. 

En otro lugar proclama: ¡No he venido a traer la paz sino la espada!

Podríamos seguir enumerando conflictos de criterio, ¡pero sólo es un ejemplo de la esquizofrenia donde nos han metido (supongo que interesadamente “aquellos que todos sabemos”) para que vayamos más perdidos que un pingüino en un supermercado!

Spinoza, con una filosofía pragmática, nos dice que no existe el bien y el mal, sino lo bueno y lo malo que cada uno interpreta en función de cómo le van las cosas.

En otro ámbito cultural -el chino- aparecen dos posturas frente a la vida. En este articulo se exponen: La de ayudar de Confucio y la de dejar fluir de Lao Tsé

Confucio, explica que su doctrina se basa en la justicia y el humanitarismo (el amor desinteresado hacia todos los seres y el gozo en todas las cosas). Lao Tse, argumentó que el amor universal era una intromisión en el orden natural. Defendió su doctrina de la no acción, según la cual los seres prosperan en libertad, sin necesidad de intervención: «Mira el sol, la luna, las plantas y los animales. No necesitan que nadie se interese por ellos, ni que los ame, ni que los ordene. El cisne no necesita lavarse cada día para ser blanco, ni el cuervo tenerse para ser negro. Las piezas fuera del agua se asfixian tanto si las ayudas como si no. Lo que necesitan es la profundidad del río y su libertad». Dos modos opuestos de entender la vida: la organización meticulosa de Confucio frente a la fluidez y el desapego de Lao Tse. En la mentalidad china, ambas coexisten.

Todo ello es una gran empanada mental que aún se complica más con el tema del Karma que popularmente podríamos definir como “tal harás, tal encontrarás”.

Por tanto nos encontramos ante una disparidad de planteamientos que todos parecen ser razonables pero que nos dejan en el aire la certeza en cuanto a nuestra actuación se refiere.

Me da la impresión de que todas las doctrinas sólo son las típicas manipulaciones de las que vamos tan bien servidos y cuanto más contradictorias mejor para hacernos ir bien de cabeza.

Nos hacen confundir la bondad con el buenismo y nos hacen pasar por malos si defendemos de forma personal lo que nos pertenece en vez de someternos a la colectividad (¡o la autoridad!).

En esta realidad parece que no pasamos de ser bebés inocentes e indefensos a merced de “personal veterano” muy bien instruido sobre los misterios de la vida.

Esforzarnos en averiguar qué está bien y qué no, quizá sea una tarea inalcanzable e incluso innecesaria, tal y como ocurren las cosas.

Mi opinión sería cogernos a lo que nos resuene dentro en forma de paz y bienestar para apartar de nosotros el estado temeroso permanente ante cosas a las que no tenemos acceso.

Los dilemas con los que nos topamos en la vida debemos irlos despachando de la mejor forma que se nos ocurra y seguir adelante sin preocuparnos en exceso. Podemos aplicar lo de: Dios, el destino, el universo... ¡proveerá!

O así me lo parece

___________________________________________________________________________

Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com - 12 febrero 2025

OTROS ESCRITOS DEL MISMO AUTOR

https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario