15.2.25

Me encuentro aquí para la no acción o para la reacción, ¿cuál es mi verdadero Karma?

REFLEXIONES DE UN LECTOR            

Acerca del artículo CONTRADICCIONES MORALES

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Realmente así debiera ser, Joan.

Pero ante el aguijonazo que te inyecta la avispa siempre se plantean al menos 3 supuestos:

- Lo recibo porque así se ha dispuesto que sea;

- Lo recibo porque se ha sentido atacada y por tanto, razonablemente ha respondido con su arma;

- No le he hecho absolutamente nada, sin embargo me ataca.

Y entonces, ante esto, podemos reaccionar de otras 3 maneras:

+ pasividad, inmutabilidad, no reacción, aceptación, sometimiento, (esto sólo lo consigues con un nivel de alto grado de consciencia -o al menos sin problemas laborales, sin problemas familiares, sin hijos alrededor dando la vara, sin estrés, o bajo los efectos de las drogas...);

+ comprensión (momento lúcido en el que lo interiorizas y lo entiendes -y no reaccionas con otro ataque- y/o posible reacción emocional en la que (bajo estrés) reaccionas con un manotazo y la matas o apartas; 

+ o ante su ataque, yo ataco y me defiendo, si no para qué me ha picado, que se joda (ella también podría haber evitado su ataque, piensas y te justificas...).

Cualquiera de estas 3 reacciones sería presumiblemente las que utilizaríamos alguno de los que aquí nos encontramos leyendo tu artículo.

La más bucólica de estas opciones sería la de "no reacción y aceptación" a la violencia de la avispa!!! Ya que se trata de un animal de Dios, ya que la comprendo, ya que las avispas me gustan, ya que la avispa es un ser vivo y yo respeto a todo ser animal del Reino o del Universo… pero en realidad no hemos sido preparados para esto y reaccionaríamos inmediatamente sacudiendo un manotazo a la avispa.

La gran mayoría de la gente aborregada que no usa su mente, ni siquiera llegaría a plantearse este tipo de dilema y no pasarían de la acción-reacción de picotazo-manotazo, quedando la cosa tal cual. Picas/manotazo/mueres. Y ahí se acaba este asunto, si no ¿para qué me has picado?

Quizá los que te leemos tenemos la cabeza frita y sopesamos algunas otras acciones o incluso, una vez aplicado el manotazo al aguijonazo recibido, sientes lástima por la avispa abatida y puedes plantearte que podrías haber reaccionado de otra forma para evitar su muerte o su ataque.

Y es entonces cuando entramos en la espiral anterior de preguntas sin respuesta donde nos sometemos a todo tipo de divagaciones mentales…

Podría haberlo evitado?

De veras la he molestado?

Debería haber soportado cual estoico su picotazo?

Me lo merecía?

Quizá me haya picado para que reaccione y no sea tan pasivo?

Y todas las otras preguntas más que se nos puedan ocurrir.

Todo esto nos provoca cierta angustia a los que utilizamos nuestra mente porque no sabemos si nuestra reacción es la correcta y adecuada, incluso proporcionada ante los eventos que diariamente enfrentamos. 

Pensamientos que unos pocos tenemos y que la gran masa ni siquiera se le ocurre que transite por su mente o en su caso, aparta de ella con un manotazo y habla rápidamente del tiempo, del futbol, de la tómbola, del nuevo producto anunciado por mercapoma, o de lo que sea con tal de no discurrir y eliminar inmediatamente cualquier atisbo de duda o realidad.

Aquí, la pregunta fundamental, es:

Ante los eventos diarios que me enfrento, los acepto tal cual porque así deben ser, según “nuestras creencias” inculcadas, o reacciono de cualquier otro modo, porque me los están poniendo por delante para que así sea y cambie mis creencias y actitudes.

Dicho de otra forma, me encuentro aquí para la no acción o para la reacción, cuál es mi verdadero Karma?

Muchas veces extrapolo estos dilemas a la gente mayor que tenemos y hemos tenido todos alrededor desde pequeños hasta hoy y no recuerdo que ellos tuvieran estas preocupaciones, no se las planteaban, y sin embargo su vida era más completa, más apacible, más serena, más… mentalmente hablando, recuerdo a mis abuelos y personas mayores… y me pregunto,

¿Es que ellos no tenían alma?, ¿es que su alma era diferente?, ¿es que nosotros somos mejores o más evolucionados?, ¿es que hemos entrado en otra era más despierta?, ¿o es que es mera ilusión y nos creemos superiores?, ¿o realmente está ocurriendo este proceso y no acabamos de créerlo o verlo por nuestras limitaciones, creencias y adoctrinamiento?

Son muchas las causas internas y sobre todo externas las que nos modifican para acogernos a lo que realmente nos resuena para conseguir la paz y el bienestar que tanto deseamos algunos.

Aquí lo acabo, pues considero demasiado extenso y enrevesado, ya que daríamos para un máster en pensamientos, ideas y creencias.

Miguel Pastor

(Gràcies Joan per les teues publicacions i reflexions, i deixar sempre la possibilitat d´expresar-se! Una abraçada!)

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